Cada año, muchas organizaciones e instituciones aprovechan el Día Internacional de la Alimentación Escolar para concienciar sobre la importancia de ofrecer a los niños y niñas comidas sanas y producidas de forma sostenible.
Con la crisis del coste de la vida repercutiendo en el acceso y la asequibilidad de los alimentos, y con cuatro de cada diez niños en España con obesidad o sobrepeso, el tema de este año «Nuestra alimentación cambiante: métodos, menús y comidas» del día de concienciación, que se celebra el 9 de marzo, pone de relieve la necesidad de prestar atención a lo que se sirve en los centros educativos.
Además de cambiar las recetas y los ingredientes de los platos que se sirven en las escuelas, hay muchos cambios relacionados y tareas que las escuelas pueden comprometerse a realizar, para garantizar que los niños y niñas tengan acceso a alimentos de origen sostenible y desarrollen hábitos alimentarios saludables.
“En tiempos de aumento de los precios de los alimentos y del coste de la vida, de escasez de diversas materias primas y de crisis climática, la provisión de comidas, que son buenos para nuestra salud y para el planeta, y una educación adecuada sobre temas relacionados, como la cultura alimentaria (local) y la agroecología, adquieren mayor relevancia, por lo que muchas escuelas acogen con satisfacción la oportunidad de participar en el proyecto”,dice Paola Hernández, técnica de proyectos en Mensa Cívica.
No obstante, estos cambios positivos en las escuelas infantiles, que son un ejemplo a nivel nacional, junto con la gestión que hacen otros Ayuntamientos de Barcelona, Madrid o Valencia, donde se realizan un seguimiento y evaluación de lo criterios de servicio, se difuminan al hablar de comidas en centros de primaria.
Desde la Plataforma COME PUBLICA (Comedores Escolares Públicos de Calidad) ya hemos denunciado en numerosas ocasiones la inacción del Gobierno de Aragón en sacar nuevos pliegos para resolver los reiterados problemas en los que se encuentran la mayoría de colegios de la ciudad de Zaragoza, algunos de los cuales no tienen cocina y comen alimentos insanos, como ultra-procesados, a diario.
“El comedor escolar debe reconocerse como una oportunidad educativa más del propio centro, ya que alimentarse de forma saludable supone una gran oportunidad para transformar nuestro sistema alimentario hacia dietas que sean deliciosas y saludables tanto para las personas como para el planeta”, Comenta Genaro Delgado, portavoz de la Plataforma Come Pública.
Este Día Internacional es otro recordatorio más de que es necesario actuar con la mayor urgencia posible por el futuro de nuestros niños y niñas y el del planeta. Incluir comidas escolares sanas, elaboradas con mayor porcentaje de productos de producción ecológica y ricas en productos de origen vegetal, como frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos, han demostrado reducir las emisiones de CO2 y tener hasta un 88% menos de residuos en la producción y hasta un 50% menos de desperdicio alimentarios en el plato, entre otros beneficios ambientales, sin aumentar el coste en los presupuestos públicos. Además, los estudios han demostrado que el personal de los comedores que se beneficia de la contratación pública sostenible tiene una mayor satisfacción laboral y solicita menos bajas por enfermedad, al mismo tiempo que se reducen las desigualdades en el acceso a alimentos de calidad y estimula las redes locales y regionales. De hecho, el ejemplo danés demuestra que, al invertir en cocinas públicas, se pueden ahorrar 300 euros de gastos sanitarios por persona y año.
Por ello, Las AMPAS de varios colegios del barrio de las fuentes: CEIP Las fuentes, CEIP Julián Sanz Ibáñez, CEIP Torre Ramona y CEIP Marcos Frechín; se concentran este 9 de Marzo a las 14 Horas en la calle Silvestre Pérez. Hartas de ser ignoradas declaran “no queremos más precocinados, envasados y precalentados”. Demandan además de licitaciones urgentes, la construcción de cocina propia o una cocina común para los centros cercanos del barrio y que la comida se haga a diario. Las quejas de la mala calidad son compartidas, históricas y lo suficientemente serias como para salir a la calle a demandar atención de sus representantes que están desaparecidos en los despachos.
Ademàs, a finales de este mes de marzo, invitaremosa diversos representantes políticos y expertos/as a comer en el CEIP María Moliner para sensibilizar y demandar que el derecho a una alimentación escolar saludable y sostenible se incluya en los próximos programas electorales. La situación de precariedad nutricional y del servicio es tal, que la única forma de garantizar unos mínimos es tener una cocina in situ que ofrezca a los escolares al menos una comida caliente al día en un espacio adaptado para tal propósito.
