Como complemento de los disfraces, cada vez es más frecuente el uso de lentes de contacto cosméticas o de fantasía que proporcionan el toque final perfecto facilitando looks más creativos con sus múltiples formas y patrones. Sin embargo, detrás del aspecto lúdico existen ciertos
riesgos si utilizamos lentes de contacto cosméticas sin haber sido prescritas y adaptadas por un óptico-optometrista. Estas lentes no correctoras, diseñadas únicamente para modificar la apariencia y color de los ojos, resultan fácilmente asequibles, en especial a través de Internet, en bazares, centros de belleza y otros establecimientos no autorizados en donde no existe ningún tipo de control ni garantía de seguridad sanitaria.
El presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO), Juan Carlos Martínez Moral, insiste en que “las lentes de contacto cosméticas son legalmente productos sanitarios de adaptación individualizada, y deben cumplir los mismos requisitos y parámetros que las lentes compensadoras de la visión, por lo que obligatoriamente deben ser adaptadas por un profesional óptico-optometrista en un establecimiento sanitario de óptica”. “Solo un óptico-optometrista puede evaluar si un paciente es apto para la utilización de lentes de contacto, adaptar las lentes de manera correcta y determinar si el paciente puede llevarlas sin que le cause problemas oculares”, añade.