En Aragón hay 2.810 viviendas de uso turístico inscritas en el registro de Turismo de Aragón. A partir de ahora, se exigirá a sus propietarios un certificado de idoneidad de la vivienda (hasta ahora solo debían presentar una declaración responsable) y requisitos mínimos respecto de sus características y dimensiones en las diferentes estancias. Además, se otorga a los ayuntamientos la capacidad de participar en el proceso mediante evaluaciones preceptivas y vinculantes.
El nuevo decreto incluye los precedentes que la propia demanda ha ido creando y en el que se refleja el conocimiento y la experiencia de estos siete años, lo que, a su vez, permite ajustarlo a la realidad de este sector. La nueva normativa incrementa el control y los requisitos que deberán cumplir las viviendas de uso turístico. Es más estricta y supondrá aumentar el control de este tipo de alojamiento.
Desde 2015 se han inscrito en el registro de Turismo de Aragón 2.810 viviendas de uso turístico, la mayoría, el 62% de ellas, en la provincia de Huesca, principalmente en las comarcas del Alto Gállego, Ribagorza y La Jacetania; un 15% en Teruel, destacando la Comunidad de Teruel y Gúdar-Javalambre y un 22% en la provincia de Zaragoza, en la que destaca la capital aragonesa.
El principal objetivo de la reforma es incentivar la calidad y, por tanto, la mejora en el grado de satisfacción de los clientes de este tipo de alojamiento.
Entre las modificaciones fundamentales, el nuevo reglamento exige a los titulares de la vivienda disponer de un certificado de idoneidad para que sea reconocida como vivienda de uso turístico. Se trata de un mecanismo de garantía que deberá ser emitido por un técnico competente que acreditará que cumple los requisitos en materia de habitabilidad y seguridad.
Además, deberán quedar especificados los requisitos mínimos que tendrán cumplir las viviendas de uso turístico en relación con las características y dimensiones mínimas de sus diferentes estancias.
Las viviendas de uso turístico estarán compuestas, como mínimo, por un salón-comedor, cocina, dormitorio doble y baño. El salón-comedor y la cocina podrán estar unificados en un único espacio. El baño dispondrá, como mínimo, de lavabo, ducha, inodoro y espejo. Tendrán la consideración de estudios aquellas viviendas de uso turístico en las que el dormitorio esté integrado en un salón-comedor-cocina, sin que puedan sobrepasar una capacidad máxima de dos plazas.