Fran Escribá comparecía en la rueda de prensa pospartido después del empate ante el Levante en el Ciudad de Valencia analizando, en primer lugar, los 90 minutos de su equipo y, sobre todo, el cambio de la primera a la segunda parte: «El plan no era contener, era atacar, por eso utilizamos a Puche en una banda. La idea con Giuliano, Bermejo y Puche era tener tres delanteros, con dos extremos, y un centro del campo fuerte. No nos salió, reculábamos en exceso, ellos entraban muy fácil y todo se desarrollaba en nuestro campo… Habíamos trabajado mucho pero llegó la hora de la verdad y no lo entendimos. Cambiamos con Puche a 4-4-2 y acabamos mejor la primera parte, nos daba miedo el tema de Tomás, y por ello lo cambiamos antes de acabar la primera parte, y en la segunda, mucho mejor, aunque los últimos diez minutos han sido un sufrimiento innecesario, no podíamos abrir un partido como lo abrimos. Tuvimos contras clarísimas para ganar, pero les concedimos a ellos también. Satisfechos con el punto, pero con sensación de que se nos escaparon dos».
Con respecto a la entrada de Bebé y Azón en la segunda parte, viendo el impacto que tuvieron, y su no inclusión en el once inicial, el técnico valenciano era claro: «En el caso de Bebé, un vuelo incómodo, de 10 horas, llegó ayer al mediodía después de 10 días… era una barbaridad y un mal mensaje para el grupo, viniendo el día de antes, incluido para Bebé. Agradezco su esfuerzo y el del club. En cuanto a Iván, la sensación es que ha trabajado fenomenal, pero en el partido al final se ha visto cansado, es lógico. Le falta ritmo de competición, me apetece ponerlo, y es una alegría que en todos los partidos que nos quedan estén disponibles porque nos ayudarán mucho».
