Si hay un jugador que siempre lo intenta, ese es Giuliano Simeone. El italoargentino, como suele ser habitual, volvió a gozar de la ocasión más clara del choque, con un error garrafal de la zaga blanquiazul que aprovechaba para plantarse con la portería vacía a escasos momentos de anotar lo que hubiese sido el 0-1 en el marcador. Sin embargo, Ramalho llegaba antes al corte para enviar el balón a córner y Giuliano se lamentaba por no haber ejecutado antes su disparo.
Un tanto antes del descanso que hubiese supuesto un verdadero jarro de agua fría para el Málaga, pero que no terminó llegando y dio alas al conjunto de Pellicer que, finalmente, una vez abrió el marcador en el 60′, encontró el camino hacia el gol a través de Rubén Castro y Lago Junior. No así el Real Zaragoza, que sigue demostrando una falta de gol alarmante y que ahora cuenta sin dos de sus máximos referentes en esa posición: Iván Azón y Mollejo, ambos lesionados.