El director general de Economía del Banco Central Europeo, Óscar Arce, ha sido invitado por la Universidad de Zaragoza para participar en un ciclo de conferencias patrocinado por la Cátedra Garrigues de Derecho y Empresa de esta Universidad, con motivo del X aniversario de la implantación de los estudios de Administración y Dirección de Empresas, ADE, impartido en Inglés. La conferencia “La economía española en el área del euro: situación, perspectiva y retos” tuvo lugar en el Patio de la Infanta de Ibercaja, entidad que también colabora en la organización del ciclo.
El tema principal de la intervención fue la situación de crecimiento de la actividad y de los precios, inflación, en la zona Euro, que se desprende de la publicación por el BCE de sus previsiones de marzo para la unión monetaria europea, completada con una valoración minuciosa de las recientes decisiones de política monetaria del BCE en un momento complicado de inestabilidad financiera e incertidumbres geoestratégicas.
Principales mensajes del BCE
Arce apuntó al comienzo de su intervención que desde el ejercicio de diciembre de 2022 la principal novedad en el entorno macroeconómico ha sido la reversión parcial, pero importante, de algunas de las principales fuentes de presión inflacionista: la moderación de los precios de las materias primas energéticas, sobre todo del gas, con repercusión directa en el descenso en el en el precio electricidad, y la normalización de la situación de cuellos de botella que afectaban negativamente al funcionamiento de las cadenas logísticas globales, lo que significa una reducción en los costes de transporte y producción a nivel internacional.
Por el contrario, en el lado negativo para la actividad económica se mencionó como factor destacado el endurecimiento adicional en el entorno de la política monetaria del BCE, con una nueva subida en los tipos de interés oficiales. A raíz de las decisiones y anuncios de política monetaria en el Consejo de Gobierno del BCE en diciembre de 2022 y de febrero de 2023, las curvas de tipos se han elevado, lo que significa un encarecimiento de la financiación de empresas y familias, a la vez que el euro se aprecia con respecto al dólar lo cual es positivo para la inflación en Europa pero no tanto para las exportaciones en euros.
En todo caso, el director general de economía quiso dejar claro a la audiencia que el BCE está tomando decisiones en sus áreas de competencia consciente de la incertidumbre inusualmente elevada en el entorno económico global, aumentada si cabe en las últimas semanas por las tensiones financieras surgidas por motivo de las crisis de algunos bancos en Europa y en Estados Unidos.
Principales cambios introducidos en la visión de la macroeconomía de la zona del euro
Desde el BCE, se anticipa un mayor crecimiento al inicialmente previsto de la economía de la zona del euro a corto plazo y se está viendo que los indicadores coyunturales de esta primera parte del 2023 son relativamente positivos, por lo que el escenario central de previsiones esquiva una recesión que se anticipaba en ejercicios de previsión anteriores.
A medio plazo (tres años) se estiman tasas de crecimiento más altas que las de este año, aunque la política monetaria más restrictiva puede significar algo menos de crecimiento en 2024 y 2025 con respecto a lo que se anticipaba hace tres meses.
En cuanto a la inflación se prevé que va a seguir en niveles elevados, por encima del objetivo del 2%, pero algo más baja que la que se anticipaba en las previsiones de diciembre. A corto plazo se están viendo unos precios del gas y de la electricidad más bajos, y a medio plazo el impacto de la política monetaria del BCE se irá traduciendo en unas condiciones monetarias más restrictivas que repercutirán negativamente en el crecimiento pero, al mismo tiempo, ayudarán a conseguir los objetivos de una inflación más moderada. En síntesis, la previsión de Arce es que, con la información actual, hacia finales del 2025 la zona euro cumplirá con ell objetivo de medio plazo de inflación del 2%.
Principales decisiones de política monetaria
El director general de Economía del BCE recordó que hace once días el Consejo de Gobierno anunció una nueva subida de sus principales de tipos de interés de referencia en 50 puntos básicos, por lo que se acumula una subida de 350 puntos básicos en el tipo de interés oficial desde julio de 2022. En la declaración posterior al Consejo de Gobierno, la presidenta Lagarde subrayó la complejidad de la decisión se seguir aumentando el tipo de interés para controlar la inflación, en un momento de incertidumbre máxima, entre otras razones por las dificultades por las que atraviesa el banco Credit Suisse, hechas públicas justo el día anterior de la reunión.
Detalles de cómo han evolucionado algunas variables clave para realizar las previsiones macroeconómicas
Aunque la situación del gas y la electricidad sigue siendo incierta, los riesgos asociados a la evolución de los precios y la disponibilidad de esta materia se han moderado notablemente con respecto a los que se anticipaban en diciembre. El stock de gas almacenado está por encima de los promedios de años anteriores en estas fechas, resultado de que las autoridades nacionales y europeas han sido diligentes para proveerse de reservas gas, y de que gracias a que las temperaturas invernales han sido suaves y de que los consumidores se han esmerado en el ahorro energético, el consumo del gas en la eurozona ha caído en un 20% con respecto a los consumos de hace un año.
Todo esto implica que el proceso de relleno de esos almacenes de gas, que comienza en estas fechas, parte desde una situación más favorable de la que se anticipaba hace unos pocos meses. Aunque todavía existen riesgos, se puede concluir que la situación ha evolucionado positivamente.
El euro ha seguido apreciándose en los últimos meses, sobre todo frente al dólar estadounidense, lo cual contribuye a reducir la inflación interior al abaratar el coste en euros de las importaciones, incluidas las energéticas. Las curvas de tipo de interés a corto y largo plazo han tenido una evolución fluctuante en los últimos meses, aunque el aumento en todos los puntos de la curva desdediciembre pasado deben ayudar a conseguir frenar el dinamismo inflacionario a medio plazo. En todo caso, en lo últimos días se ha producido una caída de los tipos de interés, una evidencia más de la elevada incertidumbre en que se mueve la economía financiera, aunque no ha sido obstáculo para hacer retroceder significativamente las tasas de inflación de la zona euro con respecto a los niveles de 2021.
Con respecto a la actividad productiva en la zona euro, aunque en el último trimestre del año 2022 se mantuvo un crecimiento positivo que evitó la recesión técnica, la composición del crecimiento no fue la más positiva. En efecto, el consumo y la inversión cayeron con respecto a niveles anteriores, al mismo tiempo que aumentaron los inventarios y se redujeron las importaciones. El crecimiento sorprendió al alza, pero la composición obliga a ser cautelosos en la extrapolación hacia el futuro. La tónica que domina los indicadores es de cierto optimismo sobre la economía en este primer trimestre del año. La economía de la zona del euro crecerá, aunque no a una tasa muy elevada, pero sí un crecimiento positivo en estos tres primeros meses del año.