Agentes pertenecientes al Grupo de Investigación y Análisis (GIAT), del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Aragón, en colaboración con la Jefatura Provincial de Tráfico de
Zaragoza, llevaron a cabo el pasado 30 de noviembre una inspección para
verificar el normal desarrollo de las pruebas teóricas para la obtención del
permiso de conducir clase “B” y “C”, durante el que detectaron a seis
personas realizando dichas pruebas de manera fraudulenta.
Durante la prueba los especialistas de GIAT verificaron que seis personas
ocultaban entre sus ropas, y adheridos al cuerpo, unos sofisticados
sistemas electrónicos de grabación y retransmisión de imagen y sonido,
compuesto por un teléfono móvil con cámara incorporada, un aparato
inductor y un microauricular colocado dentro del pabellón auditivo,
consiguiendo con ello contactar con una persona situada en el exterior del
edificio, la cual recibiría las imágenes del examen y respondería a las
preguntas del mismo enviando un audio con la respuesta correcta que
recibía el aspirante del aula.
Tras identificar a estas seis personas, de nacionalidad paquistaní y
marroquí, los agentes iniciaron el correspondiente expediente
administrativo, ya que la utilización de estos dispositivos electrónicos de
comunicación no están autorizados en dichas pruebas y están tipificados
como infracciones muy graves. “Utilizar dispositivos de intercomunicación
no autorizados reglamentariamente en las pruebas para la obtención y
recuperación de permisos o licencias de conducción u otras
autorizaciones administrativas para conducir o colaborar o asistir con la
utilización de dichos dispositivos” (artículo 77u), del texto refundido de la
Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial, modificado
por la Ley 18/2021, de 20 de diciembre.
Esta infracción conlleva una sanción de 500 euros y el aspirante no puede
volver a presentarse a la prueba en el plazo de seis meses.