La nueva plaza de Miguel Salamero y su
entorno ha reabierto hoy al público tras finalizar las obras de urbanización de sus 9.088
metros cuadrados. El diseño de este nuevo espacio público se ha realizado con la
colaboración ciudadana a través de un proceso participativo y se distribuye a través
de diferentes parterres con especies vegetales que suman 1.447 m². Se pone fin así a
una obra de alta complejidad e ingeniería que se inició cuando en enero de 2020 se
detectó el hundimiento de la losa superior del parking subterráneo que hay bajo la
plaza. El fallo, de tipo constructivo, obligó a iniciar el desmontaje del espacio público
exterior, la estabilización de la estructura, la reconstrucción de la plataforma
superior del aparcamiento y la posterior urbanización de la nueva plaza que ahora
termina.
La principal novedad de la nueva plaza de Salamero hoy inaugurada es la
peatonalización de todo el espacio disponible, retirando el tránsito de vehículos de la zona,
lo que convierte al espacio público en un lugar de encuentro y ocio exclusivo para el
ciudadano, en línea con la sostenibilidad del urbanismo que dibuja las ciudades
europeas de los próximos años. De hecho, la plaza anterior destinaba cerca del 35%
de su espacio al uso del vehículo, mientras que ahora se ha optado por la urbanización
peatonal completa, a cota única, totalmente accesible y con vegetación abundante, sin
sobrecargar la losa del aparcamiento inferior. Asimismo, se ha apostado por la
vegetalización del espacio, la creación de espacios intergeneracionales, la inclusión
de elementos tecnológicos modernos y multifuncionales, y la memoria como puesta en
valor del patrimonio histórico y medioambiental.
Por un lado, la plaza se plantea como un espacio de descanso, con diez parterres de
grandes dimensiones que van dibujando las diferentes estancias. Se da respuesta así a
las peticiones ciudadanas durante el proceso participativo #RetoSalamero que en
2021 se organizó para hacer de la plaza de Salamero un modelo de cogobernanza en el
diseño. Los zaragozanos pidieron parterres con plantas y flores, arbustos,
vegetación perimetral, vegetación trepadora, jardineras y medianas o isletas
verdes. Por ello, la urbanización cuenta con hasta ocho parterres bordeados por
estructuras metálicas donde crecerá la vegetación trepadora y que culminan en un
entramado de soga. En concreto, se han utilizado 11 km de soga para cubrir todos estos
espacios, que aportarán sombra a la plaza hasta que crezcan las plantaciones y se
genere un área natural que mitigue el efecto de isla de calor. Además, todas las
estructuras cuentan con nebulizadores de agua para refrescar el ambiente. En su interior
se disponen y combinan macizos arbustivos y vivaces; 17 árboles de tipo
multitronco (cercis siliquastrum, koelreuteria paniculata, malus evereste…), tres ejemplares
olivos, y 63 metros lineales de especies trepadoras: trachelospermum jasminoides,
campsis radicans y wisteria sinensis.
Por otra parte, se han instalado dos zonas de juegos infantiles, que suman 245 m², una
próxima a la calle Morería y otra más centrada hacia la calle de Azoque. Con estas áreas se
quiere dar respuesta a una de las demandas de los centros educativos del entorno,
en especial el Colegio de Escolapias y el Colegio Santa Rosa, que están en el entorno directo
de la plaza. Además, en el centro del espacio se ha instalado un graderío para el
esparcimiento cuyo suelo está compuesto por diferentes juegos de mesa y
tradicionales, para combinar los espacios intergeneracionales y el entretenimiento.
Asimismo, la plaza cuenta con algunos detalles que homenajean el legado histórico y
ambiental del espacio, como también se solicitó en algunas ideas del proceso participativo RetoSalamero. De este modo, y tal y como solicitó el 73% de los encuestados, se hanrecuperado tres de los once olivos que en su día estaban en la plaza y que se tuvieron
que retirar y conservar en viveros con motivo del desmontaje del espacio por las obras de
emergencia ante el hundimiento de la losa. Los tres ejemplares fueron replantados a
principios del pasado mes de febrero en el parterre que hace esquina entre la calle de
Azoque y la calle de Cinco de Marzo.
Pero además, existen seis cajas de cristal que delimitan la plaza, y donde se han
instalado las acometidas de servicios, los núcleos de ventilación, los cuadros de
mando, los nuevos accesos de escaleras y ascensor del parking subterráneo, así como
uno reservado para un puesto de venta de flores y plantas (como ya había en la plaza
anterior). En una de estas estructuras también se ha creado una vitrina donde se
recogen elementos históricos encontrados durante las catas arqueológicas previas a
las obras de la plaza Salamero. En concreto, en este espacio de memoria y recuerdo, el
Unidad Técnica de Restauración del Servicio de Cultura del Ayuntamiento ha
depositado un paño de 1×3 metros donde se expone cuatro fragmentos de un
pavimento de canto rodado del siglo XVI que se encontró en el entorno de la calle de la
Morería y que probablemente perteneció al antiguo convento de Santa Fe que estaba
en la zona. El pavimento, que tiene un dibujo geométrico en espiral, ha sido recuperado,
limpiado y consolidado, y se le incluirá un código QR a la vitrina para poder conocer más
detalles de estos restos arqueológicos.
Por último, otra de las características de la plaza es el diseño moderno solicitado por los
ciudadanos pero, además, empleando la integración de elementos tecnológicos. Ahí es
donde entra en juego la fuente junto a la calle Azoque, que se compone de una cortina
de agua de 9×5,5 metros y que lleva incorporado un sistema audiovisual y de sonido
que permite proyecciones e iluminación especial. Esta singular fuente corona así el espacio
central de la plaza, abierto y diáfano, que permite la celebración de distintas actividades
ciudadanas, pero que además abre la línea visual desde la calle de Cinco de Marzo,
permitiendo ver la fachada, al fondo, de la Iglesia de Santiago el Mayor.
A todo ello se suma la iluminación LED, en dos tiras continuas, que bordea las
estructuras y que da un aspecto diferente y único a la plaza por las noche; los 110
metros de asientos de bancos de madera, los 280 metros de asientos en los remates
de los parterres; los 2.500 m² de adoquinado de granito; y los alcorques laterales con
vegetación arbustiva, que combinan 13 pyrus calleriana y 17 celtis austrails.
Todos los trabajos para crear el exterior de la nueva plaza han supuesto una inversión
cercana a los 3,8 millones de euros, a lo que debe sumarse la urbanización del entorno de
la calle de Teniente Coronel Valenzuela, por 480.000 euros, y la construcción de una nueva
rampa de salida del parking, por 800.000 euros. Esta es otra de las grandes novedades del
espacio, el hecho de aumentar la zona peatonal y la salida del tráfico de la plaza, lo que
ha conllevado un cambio en las rampas de entrada (junto a avenida César Augusto) y
de salida (en la calle de la Morería) del parking subterráneo, cuyos pliegos de licitación
ya han salido para su futura explotación.