- El Ayuntamiento de Zaragoza ha finalizado los
trabajos para transformar el espacio exterior de la antigua fábrica de Giesa en una
gran plaza pública de 4.200 metros cuadrados abierta al barrio de Montemolín del
Distrito de Las Fuentes. “Hace tres años, este espacio era un foco de degradación y
suciedad”, ha explicado el consejero del Área de Urbanismo y Equipamientos, Víctor
Serrano. “Hemos invertido las inercias y hemos cambiado las promesas e inacción de
otros, por los hechos y la realidad palpable de nuestra gestión”, ha aseverado
Serrano. “En 2019 sacamos de Giesa 4.097,48 toneladas de basura y escombros”, ha
continuado el consejero, “y ya en 2022, con una crisis sanitaria y económica de por medio,
elaboramos un Plan Director, un proyecto de 18 millones de euros presentado a
fondos europeos, y esta plaza ha pasado de ser una idea a convertirse en una realidad
que disfruten todos los vecinos”.
La zona en la que ahora se levanta la nueva plaza es una explanada que surgió tras la
demolición de las naves norte y central y de la oficina central, entre las calles de
Yolanda de Bar y de Padre Chaminade. La solera de hormigón ha dado paso a una zona
de juegos infantiles, compuesta por un columpio doble y un juego de muelle, con un
entorno de baldosas de caucho reciclado que permiten la absorción de impactos ante las
caídas de los niños mientras juegan. A su lado hay un gimnasio al aire libre público y
gratuito “cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida, la salud y el bienestar de las personas
a través del deporte”, ha remarcado Serrano.
A todo esto se le suma la instalación de una pista multideporte de medidas 40x20m para
la práctica de diversos deportes en el interior de su recinto (fútbito, balonmano y
baloncesto) compuesta por un conjunto de portería-canasta, postes perimetrales,
pasamanos, cierre o vallado con malla galvanizada. Y junto a la fachada Este de la antigua
fábrica, aprovechando los pórticos de hormigón armado anexos, se han instalado
membranas textiles para dotar de zonas de sombra a la plaza. Respecto al mobiliario
urbano, se han colocado bancos y papeleras en la plaza, y en el pavimento se han plantado
alcorques para la colocación de árboles distribuidos por todo el espacio, “que darán
sombra y harán más verde el espacio una vez crezcan y se desarrollen”, ha explicado
Serrano. El resto del espacio ha sido señalizado con pintura, delimitando y embelleciendo
las distintas zonas.
Además, y siguiendo con el espíritu del espacio, que desde su abandono ha sido objeto de
numerosos grafitis y artes urbano, desde el Servicio de Juventud del Ayuntamiento se
va a impulsar un proceso para decorar algunas de las paredes exteriores de la plaza,
para así implicar a la ciudadanía en este nuevo espacio que se abre a todos los vecinos y
zaragozanos.
ANTIGUA FÁBRICA DE GIESA
La antigua fábrica de Giesa, después agrupada bajo Schindler desde 1986, fue
levantada en origen en torno a 1945 por el empresario zaragozano Joaquín Guiral, dedicado
inicialmente a la venta y reparación de material eléctrico y más tarde a la industria
electromecánica. En diciembre de 2004, el Ayuntamiento de Zaragoza aprobó un convenio
urbanístico que permitía la salida de la fábrica a otro sector del término municipal, a la vez
que se recalificaban los terrenos, en ese momento calificados como suelo urbano no
consolidado, a uso residencial. En ese convenio quedaba reservada una zona de terreno de
9.660 m2 para dotación de equipamientos para el barrio.
En el año 2006, Schindler se traslada a las nuevas dependencias del Polígono
Empresarium de La Cartuja y desde entonces la antigua fábrica queda cerrada. Se derribaron
todas las naves de la zona posterior cuyos terrenos fueron recalificados para el uso
residencial y se conservaron las dependencias destinadas a los equipamientos. Sin embargo,
la degradación y abandono del espacio llevó al Ayuntamiento de Zaragoza a actuar por
emergencia en 2019 retirando de allí 4.097,48 toneladas de basura y escombros,
derribando algunas estructuras declaradas en ruina y limpiando y adecuando la zona, lo que
supuso una inversión superior a los 600.000 euros.
La industria actualmente en pie comprende un gran rectángulo de unos 164,70 m x
58,70 m formado por el edificio principal de las oficinas de la calle de San Joaquín y las
naves traseras a ellas. Lateralmente cierra el rectángulo, por la izquierda, el edificio también
de oficinas de la calle de Yolanda de Bar y, por la derecha, a la calle de Padre
Chaminade, una nave con fachada imitación al resto del edificio. El fondo de la manzana lo
constituyen las traseras de las naves. En la esquina de la calle San Joaquín con Yolanda de
Bar se erige una torre de planta cuadrada de 6×6 m con 6 alturas, que se destinó en su día a
pruebas de los ascensores.