(1-1) Ilusionante arranque liguero

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No pudo la SD Huesca rubricar un estreno que parecía dorado, y es que el VAR quiso que los altoaragoneses tuvieran que conformarse con un punto, llevando a los once metros una mano sin peligro en el área. Fue la sombra de un partido con muchas luces de un conjunto todavía en construcción, pero con cimientos asentados.

Porque la SD Huesca volvía a vestirse de corto sobre el césped de El Estadio de La Cerámica y lo hacía con los galones de quién regresa al olimpo futbolístico solo una temporada después de abandonarlo. De azulgrana y con dos caras nuevas en el once inicial: Andrés Fernández y Pablo Maffeo, los de Míchel se presentaban de nuevo en la máxima categoría, casi dos meses después de certificar su ascenso y tras un mes de preparación.

Fiel a su idea, el técnico azulgrana abogó por mantener el sistema que le llevó a levantar la copa de Campeones de La Liga Smartbank, ante el remozado conjunto de Unai Emery, construido para competir en Europa.

Acorde a su condición de local y de favorito, el Villarreal concentró la posesión en el inicio, para encontrarse con un sólido Andrés Fernández en sus aproximaciones de más peligro. En dos ocasiones consiguieron superar al guardameta, precisamente ex groguet, pero las dos jugadas estaban invalidadas por el juez de línea, primero a Alcácer en el 17, y cinco minutos después a Albiol.

Con el impulso de los tantos anulados al rival y a base de presión, la pausa para la hidratación se reveló como un claro punto de inflexión para que los de Míchel ganaran metros y peligro. Con un gran Juan Carlos Real al mando en el centro del campo, Okazaki dio varios avisos sobre la meta de Sergio Asenjo. Sería al borde del descanso cuando los azulgranas encontraron su premio, con una tremenda internada al área del debutante Maffeo, que terminó en un disparo cruzado directo a la red.

Okazaki pudo aumentar la renta en el arranque, con un cabezazo que se fue rozando el palo. El Villarreal, espoleado por el resultado fue recuperando posesión, pero sus hasta ese momento tímidos choques con el muro levantado por Andrés Fernández encontraron el premio de un penalti por mano de Maffeo en un balón sin peligro. El guardameta adivinó el disparo de Gerard Moreno, pero no pudo impedir el empate.

Tocó templar los nervios en la recta final de infarto, pero el Huesca aguantó férreo en estilo y presión, demostrando que, por encima de todas las circunstancias, sabe a lo que juega.