El equipo de doctores de Melio elabora una breve guía para cuidar la salud prostática y controlar los síntomas de una hiperplasia benigna de próstata, así como los niveles de PSA en sangre, y de esta manera favorecer un posible diagnóstico precoz del cáncer de próstata.
La próstata es una glándula que forma parte del aparato reproductor masculino y su función es producir parte del semen. Se sitúa justo debajo de la vejiga, rodeando la uretra y en condiciones normales tiene el tamaño de una nuez.
El cáncer de próstata es el más frecuente entre varones en España, diagnosticando más de 30.000 casos nuevos al año.*1 La probabilidad de sufrir este tipo de cáncer aumenta con la edad, de hecho, el 95% de los casos ocurre en hombres que superan los 50 años.*2 La supervivencia al cáncer de próstata ha ido aumentando a lo largo del tiempo gracias a la investigación de nuevos tratamientos y a las medidas de cribado y diagnóstico temprano. A pesar de esto, en España fallecen aproximadamente 6.000 hombres al año por esta causa.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Prostática, que se celebra el próximo 15 de septiembre, desde el equipo de médicos de Melio, plataforma online de análisis de sangre, aconsejan cuidar la salud prostática de la siguiente manera:
Controlar la hiperplasia benigna de próstata (HBP)
A medida que los hombres envejecen, la próstata puede agrandarse, generando una condición conocida como hiperplasia benigna de próstata. Esta afección es muy común, especialmente a partir de los 60 años, y no debe confundirse con el cáncer de próstata, aunque se requiere de un seguimiento ya que los síntomas pueden ser parecidos. Dichos síntomas se deben a la oclusión que la próstata ejerce sobre la uretra e incluyen aumento de la frecuencia de micción, sobre todo nocturna y dificultad para orinar o escozor, disminución del calibre micción o interrupción de la orina.
Estos síntomas en ocasiones pueden llegar a ser tan molestos que disminuyen la calidad de vida, pero afortunadamente existen distintos tratamientos farmacológicos que pueden ser eficaces.
Controlar los niveles de PSA total en sangre
El PSA (Antígeno Prostático Específico) es una proteína secretada exclusivamente por la próstata y es el primer biomarcador tumoral aprobado por la FDA*3 para evaluar el progreso y la respuesta al tratamiento del cáncer de próstata. A mayor nivel de PSA mayor probabilidad de sufrir de cáncer de próstata.
Sin embargo, los niveles sanguíneos de PSA total pueden estar elevados en procesos benignos (no cancerosos) como la prostatitis, inflamación o infección de la próstata, la hiperplasia benigna de próstata (HBP) o en las infecciones del tracto urinario.
Además, los niveles de PSA aumentan de forma natural progresivamente con la edad, incluso si no se detecta ninguna enfermedad en la próstata.
Si en la analítica se detectan valores de PSA fuera de rango para la edad del paciente, el médico puede indicar la realización de pruebas complementarias como el tacto rectal, la determinación del PSA libre (este es significativamente inferior en pacientes con cáncer de próstata) o una biopsia, entre otras.
Dado que la determinación del PSA total es una prueba de poca especificidad y sensibilidad, su utilización como método de cribado colectivo para la detección precoz de cáncer de próstata es controvertida. Se recomienda realizar analíticas de seguimiento del PSA en los hombres mayores de 50 años, en hombres mayores de 45 años con antecedentes familiares de cáncer de próstata y afroamericanos, ya que esta raza es más propensa a padecer este tipo de cáncer.
También para las personas cuyo nivel de PSA sea mayor a 1 ng/ml y tengan 40 años, y a los que su nivel de PSA supere los 2 ng/ml y tengan 60 años.
Además, se puede ofrecer una analítica de PSA a pacientes informados, siempre que tengan una esperanza de vida de al menos 10 – 15 años, es decir, sin enfermedades concomitantes que amenacen su vida en la próxima década.