En el partido disputado en el Ramón de Carranza, Víctor Fernández ha dirigido su partido número 400 con el Real Zaragoza. Una redonda e impresionante cifra del técnico blanquillo, referente y símbolo del zaragocismo no solo por lo que ha logrado como técnico, sino por lo que ha transmitido gracias a su pasión por el fútbol y por el conjunto aragonés.
El 5 de marzo de 1991, Víctor Fernández, con tan solo 30 años, se hizo cargo de banquillo zaragocista, comenzando una historia que, 29 años después, continúa. Tres etapas distintas, 11 temporadas, 400 partidos, una Copa del Rey, la Recopa de Europa, y algo que no cambia en Víctor, se encuentre en el momento que se encuentre o tenga los futbolistas que tenga: su amor por el Real Zaragoza.
Por eso, cuando el equipo blanquillo estaba atravesando una delicada situación, Fernández no dudó en tomar las riendas del equipo de su vida para conseguir el objetivo. Escuchó a su corazón zaragocista y devolvió la ilusión a toda una ciudad, que vio en él la figura clave para conseguir el sueño del ascenso.
165 victorias, 104 empates y 131 derrotas son los números del zaragozano. Pero más allá de estos, Víctor Fernández es el hombre que ejemplifica los valores del zaragocismo: la lucha, el no rendirse a pesar de las adversidades, la dedicación y el sacrificio por unos colores y un escudo.
“Es una cifra mágica y difícilmente alcanzable. Es un orgullo y jamás me lo habría imaginado”, señaló Fernández tras el empate conseguido frente al Cádiz Club de Fútbol en el Ramón de Carranza.