Consiguió Míchel en el inicio de su rueda de prensa posterior al encuentro, contener la euforia del triunfo, remitiendo a que todavía hay mucho camino por andar. “Estamos en la pelea. Seguimos con un déficit de tres y cuatro puntos con la cabeza. El jueves hay otra final, y esperamos que sea un punto de inflexión. De nada sirve ganar hoy si no conseguimos los puntos en Las Palmas”, apuntó el técnico, que acabó admitiendo, que en el vestuario la felicidad sí era “máxima”.
“Era un derbi, un partido especial, una final. Eran importantes los puntos, también por toda la afición, que hoy ha sufrido por nosotros y se ha llevado una gran alegría, con un partido que siempre soñamos con ganar, y que nos mete en la pelea por el ascenso directo, la felicidad es total”, consideró el técnico.
Destacó Míchel la importancia de este partido en el tema anímico: “Siempre hemos dicho que aparte del tema físico, que si juegas cada tres días es importantes, y cada victoria te da un empujón hacia delante. El desgaste físico es total y en lo mental igual, pero el jugador respira mejor. Esto nos da un empujón para afrontar el jueves y necesitamos a toda la plantilla. Hemos hecho muchas rotaciones y necesitamos seguir haciendo para ser competitivos cada tres días”.
“La exigencia es máxima, tenemos necesidad de ganar. Es el camino a seguir, luchar cada partido por acercarnos un poquito más al objetivo, y que los demás también cometan errores, porque ya no nos queda enfrentarnos a rivales directos. Tenemos que ser lo más regulares posibles en estas seis jornadas, y que los demás se equivoquen para estar allí”, concluyó.