El Belén de la Plaza del Pilar comenzará a instalarse a mediados de noviembre. La medida se toma después de obtener el visto bueno del Ejecutivo autonómico, a cuyas autoridades sanitarias se había trasladado la propuesta por parte del Ayuntamiento de Zaragoza. La decisión del montaje, ante sus dimensiones, no puede retrasarse y se debe tomar con previsión y antelación dada la infraestructura que debe desarrollarse.
De este modo, el Belén de la Plaza del Pilar está previsto que vuelva a tener las mismas dimensiones que en anteriores ediciones, con unos 1.800 metros cuadrados de superficie y con casi un centenar de figuras de tamaño real que representan diferentes escenas, las cuales volverán a variar como ya es tradición.
El montaje requiere de la coordinación de distintos servicios de Zaragoza Cultural, Parques y Jardines, Brigadas Municipales de Arquitectura y FCC, y se prolongará durante varias semanas.
La intención es que esté listo para principios de diciembre y la apertura quedará supeditada a la situación sanitaria en la que se encuentre la ciudad en ese momento y a la normativa derivada de la pandemia de la Covid-19 que esté vigente. Por tanto, desde Zaragoza Cultural se contemplan todos los posibles escenarios y ya se ha empezado a estudiar cómo se desarrollará su acceso, sin desechar por ahora ninguna de las opciones: desde la tradicional entrada con filas hasta la reserva previa, o incluso un sistema mixto.