El 25 de noviembre es una fecha marcada a nivel global para mostrar el rechazo hacia cualquier tipo de violencia machista contra las mujeres. Es también un día en el que debe reforzarse el compromiso por impulsar la transformación de la sociedad y eliminar la violencia institucional implantando la perspectiva de género en todas las políticas públicas. Una sociedad que asuma que nos queda mucho camino por andar para lograr un mundo libre de violencias y pleno en libertades y derechos, algo que requiere del compromiso individual y colectivo para que sea posible.
“Denunciamos que la violencia machista es el mecanismo fundamental para sostener los privilegios por razón de género, por eso, la mejor forma de acabar con la violencia es eliminar los privilegios que dicha violencia defiende,- explica Marga Deyá, coordinadora del Área de Mujer de IU Aragón.- Para acabar con la violencia machista debemos romper la alianza entre el capitalismo y el patriarcado, que se alimenta de nuestras desigualdades y a la vez que nos oprime, nos necesita para mantener y aumentar sus beneficios y privilegios”.
Este año, el patriarcado ha tenido como aliado una coyuntura de pandemia. Las mujeres han estado luchando por la vida en todo momento, pero también han sido las primeras en sufrir las consecuencias del abuso y el maltrato en tiempo de restricciones de movilidad, confinamiento y precariedad. En lo que llevamos de año, en España se han cometido 79 feminicidios. Según los datos del Ministerio de Igualdad, las llamadas al 016 se incrementaron el pasado abril en un 60% con respecto al 2019 y las consultas online aumentaron casi un 600% en relación a abril del año anterior. Durante las primeras seis semanas de cuarentena hubo más de 4.000 detenciones por violencia machista.
No hay que olvidar las 32.000 mujeres que viven hoy en nuestro país con protección policial, ni las 137 mujeres que son asesinadas cada día en el mundo por un miembro de su familia. Tampoco los 750 millones de mujeres menores de 18 años a las que casaron siendo niñas, los 120 millones de niñas de todo el mundo que han sufrido coito o relaciones sexuales forzadas o los 200 millones de mujeres y niñas que han sufrido la mutilación genital.
El coordinador de IU Aragón, Álvaro Sanz, ha querido poner el acento en otras formas de violencia machista que se apoyan en la vulnerabilidad y en la pobreza, como las mujeres víctimas de explotación sexual.
“La COVID-19 ha agravado su situación de forma absolutamente inaceptable por lo que hay que actuar decididamente y no quedarnos solo en declaraciones institucionales,- ha dicho Sanz.- Es urgente garantizar recursos habitacionales y soporte económico, además de acompañamiento integral para facilitar que estas mujeres salgan de su situación de explotación”.
Por todo esto, desde Izquierda Unida Aragón se aboga por planes integrales que den respuesta a las mujeres víctimas de las diferentes violencias machistas, sin olvidar que es primordial atajar la raíz de nuestras desigualdades y enfrentarnos a aquellos ejes que defienden la perpetuidad del patriarcado.
“La ultraderecha niega el patriarcado y el carácter estructural de la violencia,- apunta Deyá,- queriendo enfrentarnos a los géneros, cuando la solución pasa por mas feminismo por parte de todos y todas”.
Este 25 de noviembre, en nuestras casas, barrios, pueblos o ciudades, defendamos que el feminismo es el camino para cambiar el mundo juntas y juntos. El feminismo es nuestra vacuna.