La Secretaria General de Chunta Aragonesista, Isabel Lasobras, ha reclamado con motivo del 8M medidas efectivas para avanzar hacia una sociedad equitativa e igualitaria y acabar con la brecha salarial de género, y ha anunciado la participación de representantes de Chunta Aragonesista en los actos convocados. “Nos vemos atrapadas entre un suelo pegajoso que no permite despegar y un techo de cristal difícil de romper”, denuncia.
“En Aragón, la cuarta Comunidad Autónoma del Estado con mayor brecha salarial, los hombres cobran un 27% más que las mujeres”, ha lamentado Lasobras, quien lo achaca a la discriminación directa, las dificultades para conciliar vida familiar y laboral, los distintos tipos de trabajo realizados y el denominado ‘techo de cristal’. Unos factores que se agravan mucho más en el mundo rural.
Una de las principales causas es la feminización de los trabajos. “Las mujeres están más presentes en el sector servicios y en ciertas ocupaciones asociadas a los cuidados, precisamente las de menor valoración social y menor remuneración. Esto también significa menor pensión de jubilación y más dificultades para afrontar la vejez”, explica Lasobras.
Además, la Secretaria General de CHA señala que “las mujeres somos las principales responsables del trabajo de cuidados de menores, dependientes o mayores que no está remunerado, pero, sin embargo, ocupa gran parte del tiempo de una jornada”. Por este motivo, la mayoría de contratos a tiempo parcial son de mujeres, ha apuntado.
Lasobras denuncia que actualmente “siguen operando estereotipos de género que asocian la maternidad a un mayor absentismo y a un menor compromiso profesional, mientras que en los varones se premia la paternidad”. Y en cuanto al ‘techo de cristal’, recuerda que “una de cada tres empresas medianas y grandes no tiene ninguna mujer en sus cargos directivos, a pesar de que las mujeres son más en las universidades y sacan mejores notas”.
Por otro lado, Isabel Giménez, Secretaria de Feminismos de CHA, cree que “la crisis derivada del COVID-19 perjudicará especialmente a las mujeres”, dado que el confinamiento de la población y la paralización de la actividad empresarial afectarán a los empleos más precarios, desempeñados especialmente por mujeres, y a sectores como el turismo, el comercio o los cuidados, todos ellos muy feminizados.
Finalmente, Giménez ha hecho referencia al teletrabajo, que se ha impuesto en este crisis como medida preferente ante el cese temporal o reducción de la actividad. “Esto ha hecho que muchas mujeres hayan mantenido su actividad laboral a la vez que se responsabilizan del cuidado”, señala Giménez, quien advierte de que si no se regula con perspectiva de género y atendiendo al principio de corresponsabilidad, las mujeres seguirán penalizadas o viéndose empujadas a renunciar a su carrera profesional.