El Colectivo Pedalea ha mostrado su inquietud por la noticia del acuerdo entre el presidente de Aragón, Javier Lambán, y el ministro de Movilidad, José Luis Ábalos, que parece incluir el recorte de algunos servicios ferroviarios entre nuestra comunidad autónoma y las limítrofes, y su sustitución por otros medios como autobuses y taxis. A la espera de conocer detalles sobre este acuerdo, Pedalea recuerda la necesidad de que, en cualquier caso, se mantenga el transporte de bicicletas en todas las líneas afectadas.
Pedalea, junto con los más de 70 grupos ciclistas de toda España pertenecientes a la Coordinadora ConBici, siempre ha defendido que se debe mejorar la intermodalidad entre el tren y la bicicleta, y eso incluye mantener y ampliar el espacio y el servicio de transporte de bicicletas dentro de los trenes. Pedalea también ha apoyado las movilizaciones en favor del tren que se han producido en los últimos meses en numerosos pueblos de Aragón, y su posición sigue siendo la de la Plataforma que impulsa esta movilizaciones, es decir, el mantenimiento y mejora de todos los servicios ferroviarios que actualmente se prestan en Aragón; pero en cualquiera de los casos, el colectivo ciclista recuerda la imperiosa necesidad de que cualquier modificación que se haga en el servicio debe tener en cuenta la posibilidad de seguir transportando bicicletas en todas las líneas. Pedalea estima que con taxis o autobuses sería muy complicado de prestar este servicio, por lo que traslada a las administraciones competentes la responsabilidad de dar una solución afectiva que mantenga y mejore el actual servicio, que ya de por sí es más bien escaso.
Pedalea recuerda que una de las líneas afectadas por el anunciado recorte es la de Teruel-Valencia, que da acceso a la Vía Verde de Ojos Negros, la más larga de España y muy frecuentada precisamente en el tramo entre las dos ciudades del Turia. Los grupos ciclistas de Aragón y la Comunidad Valenciana, y muchos municipios por los que pasa la Vía Verde, llevan años reclamando que se mejore el acceso ferroviario a este itinerario cicloturista, mejorando las frecuencias y la capacidad de transporte de bicicleta en los convoyes. Sin embargo, el acuerdo anunciado parece caminar en la dirección contraria: más trabas y dificultades para la intermodalidad entre el tren y la bici.
Precisamente esta intermodalidad, como fomento de la movilidad sostenible, del cicloturismo y del desarrollo del territorio, es una de las medidas contempladas en la Estrategia Aragonesa de la Bicicleta, aprobada hace unos pocos meses por el Gobierno de Aragón, y también de la Estrategia Estatal aprobada hace sólo tres semanas por el gobierno central. La credibilidad de ambas estrategias quedaría muy dañada si, antes siquiera de comenzar a desarrollarlas, uno de sus pilares esenciales se viese atacado de esta forma por las propias administraciones que deben ponerlas en marcha.