Las empresas aragonesas exportaron en 2021 producto a Rusia por valor de 121 millones de euros, cifra muy cercana a los 129 millones que se exportaron en 2013, justo antes de la imposición de sanciones como consecuencia de la invasión de la península de Crimea. De esta cifra, el 64% son manufacturas de consumo, confección mayoritariamente, un 15% bienes de consumo duradero, y el resto suministros industriales, bienes de equipo y alimentación.
Las Cámaras de Comercio, en permanente comunicación con la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España y conscientes de las dudas y la incertidumbre generadas entre el tejido empresarial, se ponen a disposición de las empresas aragonesas para informar y asesorar sobre las consultas en sus operaciones con Rusia y Ucrania.
Aunque son alrededor de 150 las empresas aragonesas que exportaron a Rusia, únicamente algo más de cincuenta tienen la consideración de exportadores regulares, representando el 97% del total exportado. Por lo que respecta a los productos importados, fundamentalmente se compran productos del sector de alimentación y bebidas, casi el 50% del total importado, y componentes y suministros industriales. En total algo más de 23,5 millones de euros.
Más allá de estos datos es complicado hacer una valoración sobre el impacto que tanto las sanciones actuales como las que eventualmente se pueden establecer tanto por parte de la Unión Europea como por parte de Rusia pueden afectar a nuestro tejido empresarial. La 327/2022 del Consejo Europeo de 25 de febrero y el Reglamento 328/2022 por los que se establecen medidas financieras y restricciones motivadas por las acciones de Rusia, imponen restricciones fundamentalmente en los sectores relacionados con la defensa, la energía, la aviación y las finanzas. Estas prohibiciones incluyen la exportación de productos y tecnologías específicos para su uso en refinado de petróleo, la aviación y la industria aeroespacial, así como la prestación de servicios relacionados con estas industrias.
Así mismo, establecen nuevas restricciones a las exportaciones de productos y tecnología de doble uso y a la prestación de servicios relacionados. Se incluyen en este concepto las exportaciones de productos y tecnologías que puedan contribuir a la mejora tecnológica por parte de Rusia de su sector de defensa y seguridad.
Una primera valoración del impacto para las exportaciones aragonesas y de nuestro país en general de las sanciones a Rusia es la importante afectación para las empresas exportadoras de productos de la partida arancelaria 84 “Máquinas y aparatos mecánicos”. Esta partida comprende numerosos productos calificados como “material de doble uso”, cuya exportación ha de someterse a aprobación de la Junta Interministerial para el Comercio y Control de Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMDDU), algo que dada la situación de embargo a Rusia de material de defensa por parte de la UE puede suponer un importante problema.
En lo que se refiere a las importaciones, Rusia es el tercer proveedor de España de combustibles y gas. Aunque España no depende energéticamente de Rusia, cualquier tipo de sanción de la UE sobre el sector energético ruso nos afectaría tanto directa como sobre todo de forma indirecta por la alta dependencia de alguno de nuestros socios comunitarios de los hidrocarburos procedentes de Rusia. Otra cuestión a la que la Cámara está especialmente atentos es al establecimiento de eventuales restricciones o embargos por parte de Rusia de productos procedentes de la Unión Europea. Como ya sucedió en 2014, algunas de nuestras principales partidas de exportación, como prendas de vestir, vino, productos farmacéuticos, automóviles o repuestos, podrían verse afectados