16.317 zaragocistas apoyaron al equipo en su cuarta victoria consecutiva

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Fotografía: Tino Gil / Real Zaragoza

Un total de 16 317 asistentes llenaron de calor y color, blanco y azul, las gradas del estadio municipal en una noche algo fría en Zaragoza. Ataviados con abrigos, paraguas y chubasqueros por unas amenazantes nubes que presagiaban lluvia, los zaragocistas no faltaron a su cita en La Romareda. 

Los jugadores del Real Zaragoza hicieron vibrar a la afición blanquilla, atacando desde el inicio y creando numerosas ocasiones de gol. El graderío no dejó de rugir durante todo el encuentro; a pesar de llegar al descanso con resultado negativo, no se apagaron. Fueron el impulso extra para que el equipo aragonés, que llevó la batuta durante todo el juego, pudiera sobreponerse y dar la vuelta al marcador con los tantos de los canteranos Iván Azón y Miguel Puche. 

Con el pitido final, equipo y afición estallaron de júbilo. Los vítores y bufandas se alzaron al cielo de La Romareda tras conseguir, con este resultado de 2-1, la cuarta victoria consecutiva. Finalmente, la lluvia respetó toda la duración del encuentro; comenzando a caer, como lágrimas de alegría celestiales, una vez acabado el partido.