Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón han detenido a trece personas de entre 25 y 61 años de edad como presuntos responsables de un delito de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal. La investigación comenzó a finales del mes de diciembre de 2021 al detectar que un individuo de procedencia colombiana estaba suministrando gran cantidad de sustancia estupefaciente entre sus múltiples clientes por la zona del barrio de San José.
La investigación, que duró siete meses debido a la estructura empresarial de la organización, con un claro reparto de tareas, permitió determinar cómo el mismo pertenecía a una organización compuesta por varios individuos que se dedicaban a distribuir dosis de cocaína, marcadas con gomitas de colores que determinaban la calidad y pureza, a gran cantidad de consumidores.
Los agentes del Grupo 2º de Estupefacientes de la Brigada Regional de Policía Judicial pudieron determinar el rol que desempeñaba cada uno de los miembros de esta organización perfectamente jerarquizada. Empezando por los “obreros”, donde se encontraban los distribuidores finales de esta sustancia; los “reponedores” y “recaudadores” un escalón por encima; y, por último, el máximo responsable de la organización, que daba las órdenes y visto bueno sobre cualquier aspecto.
Las personas que se dedicaban a la venta de la cocaína a los clientes contaban cada uno de ellos con su “oficina”. Ésta estaba ubicada en un trastero donde recibían la droga y diariamente tenían que depositar el dinero obtenido, que era recogido a su vez, por otro miembro diferente de la organización.
Para ello, disponían de un horario fijo y férreamente controlado, en el que comenzaban a las 11.00 horas y finalizaban a las 20.00 horas los siete días de la semana. También tenían días de libranza, de tal manera que siempre estuviera cubierta la provisión de la droga para todos sus clientes. Es decir, cada miembro de la organización tenía su clientela y cuando éste descansaba otro miembro se encargaba de abastecer a esos compradores. Como un comercial más de cualquier empresa legal, estos “empleados” recibían un “salario” a final de mes según las ventas realizadas.