El Real Zaragoza se encuentra sumido en una depresiva dinámica en la que suma puntos que ahora mismo, si no fuese por las primeras cinco jornadas, le colocarían en puestos de descenso, con números propios de equipo aspirante a mantener la categoría como objetivo principal. Tras la derrota ante el Albacete, el equipo suma solo tres puntos de los últimos 24, lo que hace que la última victoria del Real Zaragoza fuese hace 9 jornadas, ante el Andorra, y con uno más durante prácticamente todo el partido tras el gol de Víctor Mollejo.
Además, tampoco está acompañando la cuestión de las lesiones. Azón se caía de la convocatoria en la última sesión debido a problemas musculares, mientras que Lecoeuche tenía que ser sustituido ante el Albacete en la primera parte debido a problemas en la parte anterior de su pierna derecha. A estas, se suma también la baja de Cristian Álvarez, ya ausente desde varias jornadas o Carlos Nieto, lesionado de larga duración teniendo como necesidad imperiosa la contratación de un lateral izquierdo en el mercado de invierno.
Un cúmulo de circunstancias, unido a los resultados, que hacen que el Real Zaragoza viva sus peores momentos de la temporada sin reacción a la vista a pesar del cambio en el banquillo con Julio Velázquez. El entrenador ha cambiado, no los jugadores, y está claro que el paso adelante también tiene que venir por parte de toda la plantilla si se quiere sacar la situación adelante.