La consejera de Bienestar Social y Familia del Gobierno de Aragón, Carmen Susín, visitó las instalaciones de la Hermandad del Refugio en Zaragoza, una entidad benéfica sin ánimo de lucro dedicada a atender a personas sin hogar y familias en situación vulnerable. La Hermandad del Refugio cuenta con 62 plazas para pernoctaciones y colabora con numerosos voluntarios en su labor solidaria.
Durante la visita, Susín destacó la significativa obra social de la Hermandad y recorrió sus instalaciones, incluyendo almacenes, el centro de acogida para transeúntes y una guardería con medio centenar de plazas que facilita la conciliación a decenas de familias. Además, conoció el funcionamiento del proyecto ‘Gota de leche’, un servicio pediátrico centrado en la alimentación y cuidado de bebés de hasta 14 meses.
La consejera se refirió a las plazas de convalecencia tras altas hospitalarias como un asunto en el que el Departamento de Bienestar Social y Familia, en colaboración con Sanidad, está trabajando. Se está analizando la posibilidad de poner a disposición camas de larga estancia para personas sin hogar que requieren una larga convalecencia después de una operación, brindando no solo una solución habitacional, sino también de cuidados.
Carmen Susín resaltó que para muchas personas y familias en situación de vulnerabilidad, entrar en contacto con entidades como la Hermandad del Refugio representa el primer paso hacia su inclusión social. La Hermandad, con más de 380 años de historia, ha sido un espacio seguro para cientos de personas sin hogar a lo largo de las décadas y ha actuado como despensa y banco de alimentos para familias desfavorecidas.
En el ejercicio pasado, la Hermandad del Refugio recibió una subvención de 10.896,95 euros del Departamento de Bienestar Social y Familia a través de las asignaciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). La institución se mantiene principalmente con las contribuciones de sus socios y lo recaudado mediante cuestaciones. El Gobierno de Aragón se comprometió a impulsar políticas que mejoren la situación de las personas sin hogar y en riesgo de exclusión, apostando por el empleo como una clave para el ascensor social y garantía de integración.