La Dirección General de Gestión Forestal del Departamento de Medio Ambiente y Turismo está llevando a cabo importantes obras de consolidación en la estación de Canfranc. Los trabajos, que incluyen la reparación de 30 diques y tres canalizaciones, buscan reforzar la protección contra aludes e inundaciones. La inversión asciende a 4,4 millones de euros, y las obras, iniciadas en 2023, se extenderán hasta 2026.
Entre las principales actuaciones, se destaca la instalación de 250 trípodes de madera para retener el manto nivoso y la repoblación de 2.500 pinos negros en la cabecera del barranco. Estas medidas pretenden preservar las infraestructuras de los barrancos de Epifanio, Cargates y Estiviellas, que desembocan en la estación de Canfranc.
Francisco Palu y Sergio Pérez, directores de la obra, explicaron que el objetivo es garantizar la funcionalidad de estas infraestructuras a largo plazo. La ejecución está a cargo de la empresa pública TRAGSA, bajo la supervisión del Departamento de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, en colaboración con personal técnico y Agentes para la Protección de la Naturaleza.
Los antecedentes de esta obra se remontan a hace más de un siglo, cuando el ingeniero Benito Ayerbe dirigió las primeras construcciones para defender la estación de Canfranc. En aquel entonces, se emplearon caballerías para transportar los materiales. Hoy en día, los helicópteros son los encargados de realizar esta tarea.
La vegetación también ha cambiado significativamente. Durante las primeras obras se plantaron más de dos millones de árboles de 23 especies, incluyendo ejemplares de los Alpes. Actualmente, las obras utilizan piedra local y hormigón con refuerzos especiales, adaptándose a las condiciones del terreno.