Los barrios de Zaragoza siguen adelante con sus reivindicaciones, algo que por otro lado es normal con todos los gobiernos. Los vecinos siempre reclaman mejoras en sus distritos, y mayoritariamente tienen que ver con la seguridad, la limpieza o el transporte público
Ahora mismo uno de los focos más calientes es el Casco Histórico. El plan Zamoray- Pignatelli está siendo puesto en cuestión por su eficacia, dado que la degradación de la zona continúa. Edificios ocupados, inmuebles que amenazan ruina y solares, que, a pesar del reciente anuncio de promoción de viviendas, siguen en un estado deplorable.
Para el equipo de gobierno se está mejor que hace unos años, pero los vecinos no comparten esa percepción. Recientemente han llamado la atención con vídeos de prostitución , amén de los problemas de marginalidad y delincuencia. Urge incluso un nuevo Plan Integral para esta zona, muy cercana al centro de la ciudad
Mientras, en la zona de Tenerías los vecinos del Parque Buril denuncian similares problemas , derivados de la inseguridad y la suciedad. Y empiezan a concentrarse para decir aquello de “qué hay de lo mío”.
El transporte y la polémica reordenación de líneas con la supresión de la 24 y dos nuevas circulares ha puesto en pide guerra a los vecinos de Valdefierro. Después de varias manifestaciones, acaban de decidir suspenderlas y sentarse a negociar con el Ayuntamiento, con una prueba piloto en febrero y una tensión que se llevó incluso al encendido navideño
Otro frente abierto con vecinos y asociaciones ecologistas es la decisión de ampliar el Parque de Atracciones. Aunque el consejero de urbanismo, Víctor Serrano, afirmó que no se talaría ningún arbol, la sospecha es que pueden ser cortados hasta 2.000. Y la propia licitación del nuevo Parque levanta suspicacias expuestas en el último pleno. Para el Psoe ya saben, refiriéndose al Gobierno, el qué, cuándo, cómo y el quién. Y para Vox el temor es que sobre dimensione y quede desierta, mientras vuelven a hablar de los monopolios al amparo municipal.
En definitiva, muchas luces por Navidad, y muchas sombras en forma de quejas y problemas en los barrios de Zaragoza