El Real Zaragoza ha anunciado este miércoles la desvinculación contractual de Andrés Borge Martín (Binéfar, 23 de octubre de 2001), uno de los canteranos más prometedores de los últimos años, cuya trayectoria en el club ha estado marcada tanto por hitos deportivos como por duras lesiones que frenaron su proyección.
Borge llegó a la entidad blanquilla en etapa juvenil y pronto se convirtió en una de las piezas clave de la histórica generación que conquistó la Copa de Campeones de División de Honor Juvenil en la temporada 2018/19. Ese éxito le permitió disputar la UEFA Youth League, competición en la que dejó su huella con un gol decisivo en La Romareda ante el Korona Kielce (1-0). También participó en los duelos posteriores frente al APOEL y el Olympique de Lyon, completando los 90 minutos en cada encuentro.
Su evolución le abrió las puertas del Deportivo Aragón en la 2019/20, y en diciembre de 2019 llegó su debut oficial con el primer equipo en Copa del Rey, frente al Yugo UD Socuéllamos. Sin embargo, su carrera sufrió un duro golpe un año después, en diciembre de 2020, cuando una grave lesión en el ligamento cruzado de la rodilla izquierda lo apartó de los terrenos de juego durante meses.
Reapareció en la temporada 2021/22, siendo parte del filial que logró el ascenso a 2ª RFEF. En la siguiente campaña consolidó su presencia con 33 partidos disputados y contribuyó a mantener la categoría. Esa regularidad lo acercó de nuevo al primer equipo, donde en el curso 2023/24 participó en 11 encuentros oficiales. No obstante, la mala fortuna volvió a golpearle en febrero de 2024, con una nueva lesión en la rodilla izquierda que frenó su progresión justo cuando buscaba afianzarse en la primera plantilla.
Una vez recuperado, el Real Zaragoza decidió cederlo en enero de 2025 al CD Arenteiro, de Primera RFEF, con el objetivo de que recuperara ritmo competitivo. Tras esa experiencia en tierras gallegas, Borge regresó este verano al club blanquillo, aunque finalmente ambas partes han optado por separar sus caminos.
En su comunicado oficial, el Real Zaragoza quiso agradecer “la labor de Andrés durante su etapa en categorías inferiores y primer equipo” y desearle “la mejor de las suertes en sus nuevos retos profesionales”.
Con su salida, se cierra la etapa de un defensa que representó el espíritu de la cantera zaragocista, con momentos brillantes y una entereza reconocida para sobreponerse a lesiones que condicionaron su futuro. Ahora, con 23 años, inicia una nueva aventura en busca de continuidad y la oportunidad de explotar definitivamente todo el talento que apuntó en su llegada a la élite.