Hablar de Juegos Olímpicos es hablar del empecinamiento, absurdo e irresponsable, del COI. Mientras desde el organismo insiste en que se mantienen los plazos y la programación, y la antorcha recorre Japón, cada vez más Comités Nacionales, Federaciones y deportistas elevan lavoz pidiendo el aplazamiento de una cita que, desde la lógica, es imposible de llevar a cabo.
Los asesores del comité organizador ya ponen fecha a la decisión final: «para el final de marzo debemos decidir si paramos o seguimos con la preparación para los Juegos». Pues eso… ya es fácil adelantar que, a finales de mes, es muy probable que se aplacen los Juegos. El 24 de julio no deberían empezar. Otra cosa sería una injusticia para los deportistas que llevan 4 años preparando una olimpiada que camina torcida.