En una rueda de prensa emotiva y directa, el presidente de la Sociedad Deportiva Tarazona, Aniceto Navarro, explicó con claridad la complicada situación económica que atraviesa el club. Ante un salón lleno de socios, patrocinadores, medios y miembros de la familia rojilla, Navarro quiso “dar la cara” y transmitir “cómo queremos afrontar el futuro si es posible”.
Pese a que el balance deportivo ha sido sobresaliente —sextos en la clasificación y con billete para la Copa del Rey—, el club se enfrenta a un panorama económico complejo. “No son momentos fáciles. La SD Tarazona no puede competir en Primera RFEF sin el esfuerzo de todos y cada uno de los que la componemos”, advirtió el presidente. Y añadió: “Nos enfrentamos a la temporada 2025-2026 con el éxito deportivo en la mochila, pero con muchas incertidumbres económicas”.
Uno de los puntos clave fue el recorte del 50% en las ayudas institucionales. “Este ajuste ha provocado una tensión de tesorería que nos impide atender pagos en tiempo”, reconoció Navarro. Como consecuencia directa, el club se ha visto obligado a cerrar su residencia de jugadores, uno de sus proyectos más ilusionantes, el próximo 15 de junio.
Navarro puso cifras a la necesidad: “Para lograr el equilibrio entre ingresos y gastos necesitamos entre 350.000 y 400.000 euros. Y aun así, seguiríamos siendo el equipo más humilde de los 40 que compiten en la categoría”. En ese contexto, hizo un llamamiento a las instituciones, especialmente locales, para que “den un paso al frente porque merece la pena sacar adelante este proyecto. Estamos haciendo ciudad”.
En el horizonte inmediato del club se encuentra un paso decisivo: su conversión en Sociedad Anónima Deportiva (SAD). “Llevamos más de un año trabajando en ello. Es la solución para el club y para la ciudad. Nos permitirá soñar con el fútbol profesional”, explicó. La iniciativa ha atraído ya a empresarios interesados en invertir, con la promesa de generar empleo y tejido económico en la ciudad: “Además del fútbol, vienen con otros proyectos”.
El presidente también quiso valorar el compromiso del entorno. “Muchos directivos hemos puesto dinero de nuestro bolsillo, y amigos empresarios están ayudando con el único aval de mi amistad. Eso lo llevaré siempre aquí”, dijo llevándose la mano al pecho.
Navarro cerró su intervención apelando a la unidad: “La SD Tarazona será, a partir de hoy, lo que todos queramos que sea. Necesitamos fidelidad, apoyo firme y creer sin fisuras. No podemos seguir adelante a costa de nuestra salud”.
La incertidumbre es grande, pero la determinación también. Si las ayudas institucionales llegan y se consolida la transformación en SAD, el club podrá seguir siendo, en palabras del presidente, “el mejor embajador de Tarazona”.
