Con las 11700 dosis que han llegado para esta semana, Aragón dispone ya de 20.000 dosis de vacuna contra el covid almacenadas y pendientes de administrar.
La lentitud con la que está arrancando el proceso de vacunación está poniendo en riesgo la vida de miles de ciudadanos.
Tras «exigir» a la ciencia una vacuna contra la pandemia, ahora le toca el turno a los poderes públicos gestionar este «oro líquido» de la forma más óptima posible. Por eso choca que no se haya contado con la sanidad privada o el ejército para agilizar el proceso de vacunación.
Desde diferentes instancias públicas se ha querido transmitir a los ciudadanos que en poco más de seis meses (para el verano) alcanzaremos la inmunidad de grupo, pero esto no será posible sin una agilización del proceso de vacunación. Tras meses de espera y sacrificios no es de recibo que los responsables sanitarios ahora no sean capaces de tener organizado todo el operativo y se dediquen a echar balones fuera escusándose en las vacaciones de los sanitarios. Al final ¿los que otrora eran héroes ahora van a transformarse en villanos?. Es a los responsables políticos a los que ahora debemos exigir rapidez optimizando los recursos disponibles, sean estos públicos, privados, civiles o militares