Tal y como les venimos contando en diarioaragones, en Ebro FM y en 15tv, la intención de la Liga, asesorada por un equipo de expertos, pasaría por el regreso del fútbol, siempre con puertas cerradas, durante el mes de junio. Salvo catástrofe, este es el plan.
Los clubes están recibiendo el protocolo de actuación que se basa en el diseñado hace unas semanas.
El Real Zaragoza se vería obligado a contratar un hotel para, en régimen de concentración, afrontar las jornadas que restan para el desenlace.
Para La Liga, la primera fase -la presente, con los jugadores en sus domicilios- culminará con el primero de los tres test de COVID-19 a los que serán sometidos.
La segunda fase se llevaría a cabo desde finales de mayo -es la fecha prevista a priori- en la Ciudad Deportiva de modo y manera individual. Saldrán cambiados de casa y no accederán a los vestuarios. Tras la sesión, se ducharán en sus domicilios. Solo podrán trabajar un jugador por campo de entrenamiento disponible. Estaríamos hablando de una semana o diez días aproximadamente.
Antes de afrontar la tercera fase los jugadores serán sometidos al segundo test. Después, se trabajará en grupos de ocho, con el balón como protagonista. Será otra semana de trabajo.
Y en la cuarta fase -arrancaría aproximadamente el 13 de junio- precedida del tercer test de COVID-19 y en ella comenzaría el periodo de concentración con entrenamientos normalizados que desembocarían en el retorno de la liga, en torno al 27 de junio.
El problema sería si se da algún positivo entre los jugadores o entre su unidad familiar, a quienes también se les practicarán los test. En ese caso quedaría aislado el jugador infectado o afectado, siguiendo el resto del plantel el trabajo previsto.