El Comité de Competición de la RFEF ha sancionado con dos partidos al Pichu Atienza por la tarjeta roja mostrada por el colegiado navarro Iglesias Villanueva en el duelo jugado en Gijón. El central, que ocupaba espacio en el banquillo fue expulsado al protestar «ostensiblemente» según el trencilla pamplonica.
El Real Zaragoza va a presentar recurso ante apelación al estimar excesiva la suspensión.
No deja de ser sorprendente que un insulto al árbitro sea considerado, muchas veces, como menosprecio -se castiga con un partido- y una protesta, con dos. Sin lugar a dudas estamos ante un fallo tremendamente injusto por parte de un comité poco dado a hacer justicia.