El presidente del Partido Popular de Aragón, Luis María Beamonte, ha reafirmado hoy el compromiso de la formación por ser garantes de los derechos de los aragoneses ante la inestabilidad y el desequilibrio que se cierne con el nuevo Gobierno.
Durante su intervención en la Interparlamentaria Autonómica celebrada en Barbastro, ha acusado a Javier Lambán de ser cómplice de que el PSOE se haya convertido en un partido que cuestiona el modelo constitucional de 1978. ¿Dónde queda su defensa de la unidad nacional cuando a la hora de la verdad ha callado y otorgado cuando se conformaba el Gobierno de España?, ha cuestionado Beamonte, advirtiendo del paralelismo entre Sánchez y Lambán. “Sánchez y Lambán están unidos por el mismo hilo conductor. Ya lo dijo Lambán: `Todos somos Pedro Sánchez´”, ha señalado.
Por eso, “el PP como alternativa a la radicalidad y a la política de conflicto”, exige ya al presidente del Gobierno de Aragón que trabaje “de verdad” por los aragoneses y ponga solución a los problemas que la Comunidad tiene, y reclamará una financiación autonómica justa, trabajando por el empleo, la industria y los emprendedores y solucionando los problemas con la sanidad para que deje de ser una noticia negativa día tras día.
En este sentido, Beamonte ha emplazado a los populares “a estar unidos, a trabajar con firmeza y con sentido común, a estar a la altura de las circunstancias, a pensar en el conjunto de los ciudadanos y defender y apuntalar nuestras instituciones y el modelo de convivencia que nos dimos todos los españoles”.
INESTABILIDAD Y RUPTURISMO
El presidente de los populares aragoneses ha advertido de que precisamente la contradicción con la que nace el Gobierno de España va a impedir que la sociedad avance. “La estabilidad- ha señalado- no puede sustentarse en el mayor elemento de tensión de las últimas décadas en nuestro país y ese elemento es el rupturismo que buscan los independentistas”.
“En vez de pensar en lo que realmente importa, nos vamos a pasar las semanas sometidos a las presiones de los independentistas, de los batasunos y con una estructura paralela, la de Podemos, que como ya demostraron en el Ayuntamiento de Zaragoza y ahora en el Gobierno de Aragón, solo se preocupan de los suyos”, ha afirmado. Y como prueba, ha criticado, “sillones y sillones para contentar a todos” con cuatro vicepresidencias y 18 ministerios.
Las consecuencias para Aragón del gobierno de Pedro Sánchez, estiman los populares, será especialmente perjudiciales a tenor de los antecedentes de los últimos meses, donde determinadas comunidades autónomas como Cataluña, Valencia y País Vasco se han visto especialmente beneficiadas por decisiones socialistas en los ámbitos de financiación o de infraestructuras.
UNA VICEPRESIDENTA DE TRANSICIÓN ECOLÓGICA QUE ES UN PROBLEMA PARA ARAGÓN
Beamonte también se ha referido a la manifestación convocada ayer en Andorra en defensa del empleo y de la firma de un plan de transición justa, y ha expresado sus dudas acerca del nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico cuando “fue la que decidió cerrar la térmica antes que nadie, generó incertidumbre y parálisis en la industria del automóvil con su ataque al diésel sin poner en marcha una alternativa clara y atacó a un sector importante en Aragón como es la caza”.
Una incertidumbre cada vez más profunda para los miles de habitantes de las cuencas mineras aragonesas que, afirman los populares, se alarga demasiado en el tiempo sin que el Ejecutivo autonómico ni el Gobierno de Sánchez aporten soluciones ante la pérdida de miles de puestos de trabajo causados por la decisión del PSOE.
FINANCIACIÓN AUTÓNOMICA, DESPOBLACIÓN Y BUENA POLÍTICA
Parlamentarios populares de las Cortes regionales, del Congreso de los Diputados y del Senado se han reunido esta mañana en una jornada de trabajo, en la que también ha participado el vicesecretario de Política Territorial, Antonio González Terol, para analizar asuntos claves para Aragón como la necesidad de modificar el actual modelo de financiación autonómica hacia un sistema más justo con las regiones menos pobladas, el reto de contrarrestar los desequilibrios territoriales en la prestación de los servicios públicos básicos originados por la despoblación y las fórmulas para acabar con la brecha que divide a los españoles y, finalmente, los cambios políticos originados por la utilización de la llamada ‘antipolítica’ por los nuevos partidos frente al papel de la buena política para trabajar por el interés general.