Inicio Real Zaragoza Carlos Nieto, adiós a 18 años de zaragocismo silencioso y ejemplar

Carlos Nieto, adiós a 18 años de zaragocismo silencioso y ejemplar

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Fotografía: Tino Gil.

El próximo 30 de junio marcará el final de una etapa que define lo que significa pertenecer al Real Zaragoza. Carlos Nieto, tras 18 años vistiendo de blanquillo, dirá adiós al club de su vida. Lo hace sin hacer ruido, fiel a su estilo, con la serenidad del que ha defendido con dignidad y entrega una camiseta desde la infancia hasta la madurez.

Llegó al club en 2007, con solo 12 años, procedente del Amistad. En la Ciudad Deportiva creció como futbolista y como persona, convirtiéndose en uno de esos perfiles cada vez más escasos en el fútbol moderno: el canterano comprometido, el jugador que entiende el escudo porque lo ha llevado cosido al pecho desde niño. Su debut con el primer equipo llegó en 2014, en La Romareda, en un partido ante el Sabadell. Desde entonces, fue construyendo una carrera sólida y discreta, siempre al servicio del equipo.

Nieto ha disputado 156 partidos oficiales con el Real Zaragoza, entre LaLiga y Copa del Rey. Ha anotado dos goles y repartido nueve asistencias, pero sus números solo cuentan una parte de la historia. Porque su verdadera aportación ha sido la consistencia, el trabajo silencioso y la capacidad de adaptarse a cualquier situación. Lateral izquierdo de formación, cumplió también como central o interior cuando fue necesario. Fue un escudero más que un protagonista, pero imprescindible para dar equilibrio a cualquier plantilla.

Su última temporada fue especialmente dura. Una grave lesión a principios de la 2023-24 lo apartó de los terrenos de juego durante meses. Aun así, logró volver para sumar minutos frente a Levante, Huesca y Tenerife, y fue titular en Copa frente a L’Hospitalet. Un regreso simbólico para cerrar una etapa con dignidad.

El club ha despedido a Nieto con gratitud, pero su salida ha dejado un poso de amargura entre buena parte de la afición. Muchos consideran que merecía algo más, una despedida a la altura de su compromiso. El jugador, por su parte, aún no ha hecho públicas sus palabras. Tal vez porque, como ha hecho durante toda su carrera, prefiere hablar en el campo.

Carlos Nieto se va, pero su huella queda. Como ejemplo de zaragocismo, de fidelidad y de profesionalidad. Uno de los nuestros. Para siempre.