Cumplida la primera semana de entrenamiento del Real Zaragoza, el equipo de Víctor Fernández avanza paso a paso en la puesta a punto exigida ante el nuevo horizonte competitivo. Variedad de ejercicios y una vez más el protagonismo del balón, en el trabajo individual y personalizado de los futbolistas.
Este viernes, marcado por la lluvia, los jugadores han desarrollado un calentamiento previo y un trabajo físico que ha desembocado en toques individuales con el balón. El trabajo de la semana ha ido variando, desde una intensa sesión física a sesiones más amenas, aderezadas por la pelota.
La vuelta a la Ciudad Deportiva no solo ha cambiado la rutina de los dos meses de confinamiento. También ha servido para que los compañeros puedan volver a verse, a la distancia de seguridad exigida, y recuperar el buen ambiente que reina en el vestuario zaragocista.