Nuevo año, nuevo entrenador pero misma dinámica. El Real Zaragoza cayó por la mínima (1-0) frente al Elche en el Martínez Valero en un duelo que deja un sabor amargo para los maños. El partido, marcado por las constantes interrupciones y múltiples arjetas amarillas, se resolvió en el último suspiro gracias a un cabezazo de Elbasan Rashani en el tiempo añadido.
El técnico zaragocista, Miguel Ángel Ramírez, debutaba en el banquillo blanquillo frente a un rival dirigido por Eder Sarabia, que llegaba en un gran momento de forma. El Real Zaragoza planteó un encuentro sólido en defensa, aunque le faltó claridad y contundencia en ataque para generar verdadero peligro. Iván Azón, en el que podría ser su último partido con la camiseta zaragocista, estuvo muy vigilado por la zaga ilicitana, mientras que Alberto Marí y Pau Sans no lograron inquietar la portería rival.
El partido comenzó con un ritmo trabado, con faltas constantes y pocas ocasiones claras. Ager Aketxe y Dani Tasende intentaron sorprender con disparos lejanos, pero Dituro estuvo seguro bajo palos. Por parte del Elche, Josan y Pedro Bigas llevaron cierto peligro, aunque sin éxito en la primera mitad.
En la segunda parte, el Zaragoza mostró algo más de ímpetu, pero siguió sin precisión en los metros finales. Los cambios introducidos por Ramírez, como Pau Sans y Adu Ares, no lograron cambiar el rumbo del partido. Cuando todo parecía al reparto de puntos sin goles, el Elche aprovechó una jugada a balón parado en el minuto 90. Rodrigo Mendoza puso un centro preciso al área que Rashani cabeceó al fondo de la red, desatando la euforia en la grada local.
La derrota supone un golpe para el Zaragoza, que sigue buscando estabilidad bajo la dirección de Ramírez. Aunque el equipo mostró compromiso defensivo, queda claro que necesita mejorar en el aspecto ofensivo. Esperemos que el mercado invernal ayude a reforzar la plantilla porque así está claro que falla algo.
