El ayuntamiento se hace cargo, como estipula la ley, de los enterramientos de personas no reclamadas.
El IMLA se hace cargo de los cuerpos y las correspondientes verificaciones en búsqueda de familiares que se hagan cargo del fallecido. Esas verificaciones tardan diferentes períodos de tiempo, dependiendo del caso.
Desde el Ayuntamiento no tienen contabilizado a fecha de hoy los que corresponden específicamente a casos con Covid-19.
Una vez comprobado que no hay quien reclame el cuerpo del fallecido/a, el IMLA entrega el cuerpo a las brigadas municipales de cementerio, las cuales, si la persona fallecida no ha dejado ultimas voluntades sobre su entierro, les da sepultura en unos nichos situados en la zona antigua del camposanto.
Desde el mes de marzo y hasta Julio, el Ayuntamiento de Zaragoza ha corrido con los gastos de 7 entierros de personas no reclamadas por familiares.