El Gobierno de Aragón tiene todo preparado para celebrar el 22 de septiembre una subasta pública de 72 lotes de fincas propiedad de la Comunidad Autónoma de Aragón, con un precio de salida que supera los dos millones de euros, y cuya recaudación tras las pujas se destinará a financiar diferentes proyectos sociales de organizaciones no gubernamentales.
Esta modalidad de venta se ha puesto en marcha después de que el Gobierno aragonés, que se ha convertido en heredero de los bienes, constatase que no hay previsiones de utilizarlos para desarrollar actividades propias de la Administración.
Viviendas, terrenos, plazas de aparcamiento, locales, cada uno con historias aparejadas inéditas, conforman un material atractivo para las subastas y ponen en marcha una nueva vida para unas propiedades que esperan un nuevo dueño que las habite o las explote. “Hemos conformado un lote grande y esperamos que sea atractivo y favorezca una suerte de reciclaje que trata tanto de poner coto al abandono de las propiedades como generar más musculo a los proyectos sociales”, explicó la Directora General de Patrimonio y Organización, Marta Aparicio.
Las subastas son unas fórmulas de venta que siempre despiertan curiosidad e interés. En realidad, todo el operativo arrancó el 10 de junio, cuando el consejero de Hacienda y Administración Pública, Carlos Pérez Anadón, firmó la orden que daba vía libre a la enajenación. “Desde ese momento, hemos dado forma a una de las subastas públicas más importantes que se va a celebrar en Zaragoza, dado el elevado número de propiedades que salen a licitación”, reconoció Aparicio.
Organización compleja
La organización de la subasta es un proceso muy minucioso, ya que no solo se trata de informar del listado de bienes que se subasta, de realizar la tasación de cada uno de ellos, o de establecer los requisitos de los participantes, sino que se arbitran mecanismos, incluso, para que cada interesado que lo solicite pueda ver las fincas de su interés. “Muchas personas solicitan una visita, sobre todo cuando se trata de adquirir un piso para tener información de primera mano de su situación y posibilidades. Nuestro servicio propicia que estén limpios y libres de bienes muebles. En la mayoría de los casos, los inmuebles serán objeto de obras de mejora una vez que cambien de propiedad, pero eso ya forma parte de la nueva vida del bien en cuestión”, explicó Aparicio.
La tasación de cada lote se hace de acuerdo a la Ley de Patrimonio del Gobierno de Aragón. Además cada persona interesada en formar parte del proceso de venta debe aportar antes del 15 de septiembre una fianza del 25% del precio de salida. Es una cantidad que se devuelve al titular en el caso de que no sea el adjudicatario del bien enajenado, pero que además sirve para calibrar el interés que suscita el evento y para calcular el número de personas que van a acudir a la subasta, un hecho que reviste una importancia capital en estos momentos en los que hay que garantizar las distancias mínimas y los aforos. De hecho, el lugar será el último aspecto que cerrará la organización. Hasta 48 horas antes de la subasta no se determinará el lugar de la celebración que, en función de la respuesta, será un espacio físico en el que se garantizará el cumplimiento de las medidas de seguridad, u obligará a la celebración de sucesivos actos públicos.
Presencial y on line
Por eso, junto a la presencialidad tradicional que requieren las pujas se pone en marcha también una forma telématica. Las pujas on line ya solicitaron su registro antes de las 00.00 horas del 8 de septiembre. La organización les otorga un nombre de usuario y una contraseña para que puedan realizar su oferta antes del 20 de septiembre. Este sistema solo permite hacer una única puja, que no se podrá mejorar en el transcurso de la subasta. En cambio, los presenciales pueden hacerlo hasta en tres ocasiones, en función de las tres voces dadas por el voz Pública, asemejándose así a la imagen tradicional que tenemos de las subastas, especialmente transmitidas a través del celuloide.
Cuando dejan de hacerse propuestas, la Presidenta de la Mesa declarará concluida la presentación oral de ofertas y se procederá a la apertura de las presentadas de manera telemática. La más elevada se hará con la posesión del bien subastado.
A esta puja por los 72 lotes pueden concurrir todos los ciudadanos que tengan capacidad de contratar. Así podrán presentar sus ofertas por las 47 fincas rústicas en distintos pueblos del territorio, las 2 naves, los 9 solares y 14 casas en el ámbito rural, los 7 pisos en Zaragoza, las seis plazas de aparcamiento, así como un trasteros y 2 locales en la capital aragonesa. No obstante, las bases especifican que para optar por el lote 64, una parcela en el polígono 504 de Fraga, es decir, en el ámbito de la zona de Monegros II, se deberá ser agricultor profesional, dedicado al cultivo directo y personal y ser propietario de tierras reservadas en el sector, aunque la superficie en propiedad tras la adquisición del lote no podrá superar las 50 ha.
Con cada uno de estos lotes, las propiedades tendrán la oportunidad de volver a recuperar el esplendor o la productividad de antaño, bien sea porque se trata de tierras o locales que tienen la posibilidad de volver a ser productivos, o porque, sometidas a obras de rehabilitación, vuelven a ser inmuebles atractivos. En muchos casos, la nueva oportunidad pone fin a historias de falta de herederos directos, a tiempos de clausura y olvido, que se disuelven desde el momento en que los funcionarios de la Comunidad Autónoma de Aragón los visitan.
Fines sociales
El Gobierno de Aragón es una pieza fundamental en la segunda oportunidad de estos lotes porque “da seguridad jurídica” a la enajenación de los mismos con un doble objetivo, “rentabilizarlos y aprovechar la transmisión para reforzar las líneas de actuación de un Gobierno con un fuerte componente social”, añadió Marta Aparicio, quien destacó la especial dedicación de su servicio desde el mes de junio para poner en marcha esta subasta. “Consideramos que es mucho más positivo para cada uno de los municipios con propiedades que salen a subasta que sus pisos y fincas se vuelvan a poner en circulación que mantenerlos como un patrimonio silencioso y sin aprovechamiento”, concluyó la Directora General de Patrimonio y Organización.
El pasado mes de junio, el Gobierno de Aragón ya repartió 1,1 millones de euros, obtenidos tras la subasta de otro paquete de bienes heredados, entre 42 entidades sociales que están desarrollando 31 proyectos, 20 de ellos vinculados con las necesidades generadas en la pandemia.