El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha inaugurado hoy el nuevo espacio dedicado al arte gótico del Museo de Zaragoza, que comprende dos salas y un ala de la galería en las que se muestran los trabajos de los maestros aragoneses de los siglos XIV y XV. Lambán ha destacado que la colección del Museo zaragozano es “de las más importantes de España en calidad y en cantidad de piezas conservadas” y ha puesto de manifiesto cómo la pinacoteca está llevando a cabo un profundo proceso de renovación de su exposición permanente, que continuará próximamente con la museografía dedicada a Goya.
El museo presenta de nuevo al público una cuidada selección de las obras maestras de los artistas más destacados del arte gótico de los siglos XIV y XV, momento floreciente de la cultura en Aragón. En estas centurias van calando las influencias francesas, italianas y flamencas en los artistas hispánicos, haciendo evolucionar el arte de la época desde los presupuestos del gótico lineal hacia el italogótico, el gótico internacional y, por último, el gótico hispanoflamenco.
Lambán ha vinculado esta expresión plástica del arte gótico con la demostración de la pujanza y poderío que tuvo la Corona de Aragón durante los siglos XIV y XV y ha mostrado su orgullo como presidente por inaugurar una muestra de arte gótico en espacios públicos más importante de España, solo por detrás del Museo del Prado. Por ello, ha mostrado su interés en hacer partícipe a toda la sociedad aragonesa de esta percepción de nuestra historia, viniendo a contemplar las piezas y la recreación artística que proporciona el museo, así como a tomar conciencia de que hace siglos Aragón era una comunidad política poderosa con los mismos límites geográficos que ahora.
Las salas
La sala 12 acoge las producciones de artistas como el maestro de San Miguel de Daroca (hacia 1365-1380), el maestro de Alpuente (doc.1365-1405), Marzal de Sas (doc. 1393-1420), Blasco de Grañén (doc.1422-1459) y Jaime Serra (1358-1396). El nuevo montaje expositivo muestra por primera vez la parte posterior de la tabla de Marzal de Sas, dedicada a la Anunciación, y que destaca por su delicadeza decorativa. Jaime Serra, con su Retablo de la Resurrección (1381-1382) del Monasterio de las Canonesas del Santo Sepulcro, así como Blasco de Grañén, con su María, Reina de los Cielos (hacia 1437-1439) y el sepulcro de doña María Ximénez Cornel (hacia 1427-1451), son los artistas más destacados de esta primera sección.
La sala 13 está dedicada al retablo mayor de la iglesia parroquial de Blesa dedicado a la Invención y Exaltación de la Santa Cruz, obra de los pintores aragoneses más insignes de la segunda mitad del siglo XV: Miguel Jiménez (doc.1462-1505) y Martín Bernat (doc. 1450-1505). Este retablo no sólo es considerado una de las piezas más destacadas de la escuela hispanoflamenca aragonesa, sino también uno de los conjuntos más importantes de finales del gótico en nuestro país. Las obras han sido recientemente restauradas y se muestran de nuevo al visitante en todo su esplendor. Además, se exponen por primera vez varias tablas de bustos de ángeles portando atributos de la pasión que formaron parte del guardapolvo que recorrería en su perímetro exterior el retablo.
En el espacio central de la sala se han incorporado al discurso expositivo dos magníficas piezas de escultura. La primera de ellas, el sepulcro de don Pedro Fernández de Híjar y Alagón (finales del siglo XIV), procedente del Monasterio de Nuestra Señora de Rueda, ha sido recientemente restaurado. Este proceso de restauración ha recuperado la rica policromía que enriquecía su bello universo iconográfico.
La segunda pieza es la lauda sepulcral del canónigo Agustín Pérez de Oliván (datado en el 1500), procedente del solar de la antigua Universidad de Zaragoza, que vislumbra la adopción de los nuevos parámetros estilísticos del Renacimiento, enlazando así con las siguientes salas del discurso expositivo.
La exposición permanente de arte gótico se completa en la Galería del museo, abierta al público desde 2019. En ella se pueden admirar piezas de artistas tan destacados como Pere Johan (doc. 1394-1458), el maestro Ans (doc. 1467-1478), Miguel Jiménez (doc.1462-1505) y Martín Bernat (doc. 1450-1505). Así como escultura de alabastro de estilo flamenco “La Piedad” y objetos de la vida íntima de las personas como la arqueta amatoria de finales del siglo XV.
El presidente ha estado acompañado del consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci; del director general de Cultura, Víctor Lucea y del director del Museo, Isidro Aguilera.
Una transformación externa e interna
El Museo de Zaragoza, que sufrió una profunda remodelación de su patio y de su exterior en una actuación sufragada por el Ministerio y en la que se invirtió medio millón de euros, está también realizando un cambio interno, con la renovación de su exposición permanente. De hecho, la apertura de las salas sobre el gótico se suma a las que se presentaron en 2019, dedicadas al Renacimiento. Ubicadas también en la primera planta del centro, muestran 40 piezas, de las que 14 no habían sido nunca expuestas anteriormente, salvo en muestras temporales. La escultura de Santa Ana, La Virgen y el Niño de Damian Forment, el Retablo de San José, el Retablo de la cárcel de manifestados de Jerónimo Cósida o el retrato de Alonso V de Aragón, de Juan de Juanes son algunas de las piezas que destacan de este espacio renacentista, que apostó por una reordenación del discurso.
Recientemente, el Museo de Zaragoza abrió también una vitrina para mostrar a los visitantes siete de los cascos celtibéricos recuperados tras el expolio del yacimiento de Aratis, en Aranda de Moncayo. Estas piezas forman parte ya desde este mismo mes de la rica colección de arqueología celtibérica de la sección de Arqueología del centro, tras el complejo proceso técnico y multidisciplinar para su análisis realizado por los técnicos del Museo. Esta nueva vitrina vendrá acompañada de una gran exposición sobre la cultura celtibérica que el Gobierno aragonés está preparando para 2022, además de unas jornadas internacionales sobre patrimonio expoliado.
Por otro lado, y dentro del programa organizado por el Ejecutivo y la Diputación Provincial de Zaragoza para celebrar el 275 aniversario del nacimiento de Francisco de Goya, el Museo de Zaragoza está ultimando una exposición, comisariada por Raquel Gallego, que pretende proporcionar una visión amplia y concreta de la estancia del pintor en Italia entre 1769 y 1771, y evocar esta experiencia en la obra del artista una vez de vuelta a España.
Además, se está realizando una renovación museográfica de las salas dedicadas a Goya, poniendo de relieve nuevos subrayados y características de la obra del pintor. A esto hay que sumar las 211 estampas de primera edición, propiedad de Fundación CAI, que el centro expositivo recibió en depósito y que incluyen grabados de las series de los Caprichos, Desastres de la Guerra, Tauromaquia y Disparates. La colección goyesca del museo no para de crecer, y muestra de ello es el óleo sobre lienzo La Virgen con San Joaquín y Santa Ana, dado a conocer al público recientemente y que evidencia el estilo de un Goya joven, pero con plena madurez artística.