El Ayuntamiento de Zaragoza iniciará próximamente la renovación de las zonas verdes del Paseo de Sagasta, un proyecto que servirá como primera muestra destacada de los nuevos criterios de intervención en el verde urbano de la ciudad. El proyecto ha sido presentado hoy en rueda de prensa por la consejera de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, el director del Departamento de Ecología Urbana, Francisco Bergua, y la jefa de la Unidad de Desarrollo Estratégico del Servicio de Parques, Jardines e Infraestructuras Verdes, Montse Hernández.
Se tratará, tal y como ha explicado Natalia Chueca, “de la plasmación de esa nueva filosofía que pretendemos implantar en Zaragoza, en la que los parques, las plazas ajardinadas o los parterres no sean objeto de una jardinería meramente estética, sino que se profundice en objetivos como mejorar la salud de la ciudadanía, los beneficios para el propio ecosistema, una mejora importante en el diseño paisajista y, también, permitir un mantenimiento más sostenible”. El diseño de este espacio ha sido realizado tras la elaboración de un exhaustivo diagnóstico ambiental del entorno.
En colaboración con el Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Sevilla, se ha elaborado un estudio climático para determinar la resiliencia de las especies vegetales y se han realizado mediciones a pie de calle de diferentes parámetros (gases contaminantes, partículas, confort térmico, radiaciones térmicas, radiaciones electromagnéticas y ruido) que han permitido una toma de decisión racional a la hora de seleccionar las especies vegetales a plantar.
Además, se ha utilizado la novedosa herramienta experimental de valoración de los beneficios ecosistémicos “Matriz de Metabolismo Verde”, desarrollada por la empresa consultora del proyecto (CESYT S.L.) en el marco de un proyecto CDTI avalado por la Unión Europea. Con ella, se ha valorado la capacidad de cada uno de los ejemplares vegetales presentes en el paseo para absorber gases contaminantes, captar material particulado, generar confort térmico, generar recurso de refugio y alimentación para la fauna y generar sensación de biofilia (nuestro sentido de conexión con la naturaleza).
Con este completo diagnóstico se ha afrontado la remodelación paisajista de los 9.700 m² del bulevar de Sagasta con el objetivo de maximizar los beneficios que, para la salud de los ciudadanos, puedan conseguirse. El proyecto, desarrollado en colaboración con MS Paisatge y EGS, se ha planteado cuatro tramos diferenciados, pero con unos criterios comunes:
• Respetar el arbolado existente• Incluir nuevos árboles multitronco que generen nuevos beneficios ecosistémicos• Seleccionar un amplio catálogo de especies arbustivas y subarbustivas de apoyo que sirvan para diversificar el paisaje.• Compatibilizar su disfrute con el tránsito y con la utilización del espacio por las mascotas.