El Partido Popular denunció esta mañana una nueva distribución de mascarillas que explícitamente advierten de su uso ‘NO MEDICO’ al personal de enfermería de los hospitales de Teruel y en algunos centros de salud de la provincia. Es la segunda ocasión en la que Ana Marín portavoz popular de Sanidad en el Parlamento autonómico, alerta de la situación de “posible riesgo sanitario” generada por el Salud a estos empleados públicos frente a los contagios por coronavirus, la primera el pasado 24 de diciembre de 2020 sin que los responsables de la consejería lo negaran.
Desde el inicio de la pandemia y según los datos distribuidos por distintas entidades, alrededor de 4.000 profesionales sanitarios aragoneses han sufrido contagio por COVID-19.
No es compatible la insistencia del Gobierno de Aragón en reproducir estas actuaciones contra la salud de los sanitarios con su obligación legal de proveer de material adecuado a los profesionales dependientes del Servicio Aragonés de Salud, refrendada por sentencias judiciales condenatorias al actual Gobierno regional. Tampoco ayuda a mantener la credibilidad y confianza al Ejecutivo cuando la consejería señala tiene que acudir al servicio de riesgos laborales para acreditar la validez de un material no homologado en el que expresamente figura ‘NO MEDICO’ en su envoltorio.
“Pese a que por parte del Departamento de Sanidad se ha manifestado que esas mascarillas son aptas como FFP2, las indicaciones de los envoltorios donde consta ‘uso no médico’ hacen dudar a los propios sanitarios de la protección debida por parte de esas mascarillas” señaló Ana Marín que reclamó para los profesionales sanitarios “los mejores medios de protección individual, de la mejor calidad” frente a la COVID-19 “porque son ellos los que están continuamente expuestos al virus”.
Para despejar cualquier tipo de dudas portavoz popular de Sanidad reclamó al Gobierno de Aragón que haga públicos los informes del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales donde certifican que los modelos de mascarillas que se están entregando en los hospitales Obispo Polanco y San José de la capital turolense así como en varios centros de salud de la provincia de Teruel son aptos no solo para su uso médico general, sino como elemento de protección adecuado para los profesionales sanitarios frente al contagio por coronavirus. “Con ese informe se garantiza esa protección, pero además se da una seguridad a los profesionales, seguridad que ahora mismo no tienen, y trabajar sin esa seguridad en un momento como el actual es algo que no podemos pedir a quienes arriesgan su salud todos los días por preservar la nuestra”, concluyó.