No hay respiro para el Real Zaragoza. En un partido marcado por momentos de ilusión efímera, el equipo aragonés volvió a salir derrotado, esta vez en Los Cármenes, donde el Granada se impuso por 3-1. El tanto en propia puerta de Oscar Naasei Oppong en el minuto 3 dio alas a los de Rubén Sellés, pero la reacción nazarí fue contundente. El conjunto zaragocista suma solo 6 puntos en 13 jornadas y ya es colista en solitario de la tabla, a seis puntos de la salvación.
El inicio fue inmejorable para los visitantes. Tras un buen contragolpe liderado por Francho Serrano, Pau Sans remató dentro del área y el balón acabó en la red tras un desvío fatídico del defensor del Granada (0-1, min. 3). Parecía que por fin se encarrilaba un partido, pero el espejismo duró poco. En el minuto 37, tras varias ocasiones locales, Souleymane Faye sirvió un centro medido para que Jorge Pascual empatara el duelo con un remate en el área pequeña (1-1).
La segunda parte empezó con buenas sensaciones para el Zaragoza, que acumuló hasta cinco saques de esquina consecutivos y rozó el gol con un remate de Toni Moya que obligó a lucirse a Luca Zidane. Sin embargo, como ya es habitual esta temporada, el equipo no aprovechó sus momentos. En el 63′, Pedro Alemañ culminó una jugada en el área con un disparo ajustado al palo para darle la vuelta al marcador (2-1).
Sellés movió el banquillo buscando reacción, con entradas de Bakis, Dani Gómez y Paulino, pero ni así encontró el premio. En el minuto 85, Dani Gómez remató al poste tras una gran asistencia de Paulino, en lo que fue la ocasión más clara para empatar. Y como castigo cruel, ya en el descuento, José Arnáiz aprovechó un contraataque conducido por Luka Gagnidze para sentenciar con un remate certero (3-1, min. 90).
El Zaragoza encadena su sexta derrota consecutiva y continúa sin ganar desde el 8 de septiembre. Con 7 goles a favor y 23 en contra, es el peor equipo de la categoría en ambos registros. El margen de error se reduce cada jornada y la sensación de impotencia crece. Rubén Sellés tiene mucho trabajo por delante y poco tiempo para revertir una dinámica que amenaza con convertirse en irreversible.



