El Real Zaragoza por fin logró lo que tanto ansiaba: su primera victoria de la temporada. En un partido de máxima tensión y con momentos de sufrimiento, los blanquillos se impusieron por 0-1 al Mirandés en Anduva, gracias a un solitario gol de Sebas Moyano en la primera mitad.
Era una cita marcada en rojo en el calendario zaragocista. Tras un inicio de curso decepcionante y con críticas acumuladas, el equipo de Gabi Fernández respondió con compromiso, seriedad defensiva y un gol que vale oro. En el minuto 27, Sebas Moyano aprovechó un balón en el área para sacarse un potente disparo con la derecha que entró por la escuadra. El tanto desató la alegría de los jugadores, conscientes de la importancia del momento.
A partir de ese instante, el partido cambió de tono. El Zaragoza se replegó y buscó la solidez en defensa, mientras el Mirandés empezó a ganar metros y a cargar el área de Esteban Andrada. El portero argentino, seguro durante los 90 minutos, fue clave en la resistencia aragonesa, aunque también el poste quiso ayudar: un disparo de Rafel Bauzà se estrelló en el larguero en el minuto 80, cuando todo Anduva ya cantaba el empate.
Gabi Fernández movió el banquillo con acierto, dando entrada a jugadores como Samed Bazdar, Keidi Bare y Dani Tasende para reforzar el medio campo y cerrar los espacios. La recta final del choque fue un ejercicio de contención, con numerosas faltas, interrupciones y una lluvia de centros al área zaragocista. El colegiado añadió seis minutos que se hicieron eternos, pero el Real Zaragoza resistió con todo.
Con esta victoria, el conjunto maño respira. Los tres puntos no solo dan oxígeno en la clasificación, sino que suponen un impulso anímico para una plantilla que venía acumulando frustraciones. El gesto de los jugadores al finalizar el encuentro, abrazándose con rabia contenida, lo decía todo.
La afición, una vez más, estuvo presente en las gradas y terminó aplaudiendo a los suyos. Tras semanas de dudas, el Real Zaragoza empieza a caminar. La victoria en Anduva debe servir como punto de inflexión en una temporada que aún tiene mucho por decir.
