El Real Zaragoza ha logrado este sábado su primera victoria del año en La Romareda, imponiéndose por 1-0 al Mirandés en un partido donde el resultado pesaba más que el juego. En una tarde marcada por la tensión clasificatoria y el empuje de una afición volcada, los de Gabi Fernández dieron un paso vital para salir del descenso con una sufrida victoria.
La primera mitad fue igualada, con ocasiones para ambos conjuntos. El Zaragoza lo intentó desde el primer minuto, con un Bazdar muy activo y un Kervin Arriaga omnipresente en el centro del campo. El equipo de Gabi generó peligro especialmente a balón parado, con Ager Aketxe como principal ejecutor desde la esquina. Jair ya avisó en el minuto 24 con un cabezazo que se marchó por poco y Arriaga también tuvo la suya tras asistencia de Soberón.
Pese a algunas llegadas del Mirandés, el Zaragoza se mantuvo firme en defensa, liderado por un sólido Jair y un concentrado Poussin. Al descanso se llegó con el 0-0, pero con la sensación de que el equipo estaba más enchufado que en anteriores encuentros.
El momento clave llegó en el minuto 78. Tras un córner lanzado por Dani Tasende, Jair Amador se impuso por alto para rematar de cabeza con potencia y mandar el balón a la escuadra izquierda. Un gol que desató la euforia en las gradas de La Romareda, ansiosas de celebrar un triunfo como local en este 2025.
A partir de ahí, el equipo defendió con todo. Gabi refrescó el equipo con cambios defensivos, incluyendo la sorprendente entrada de Kósa, Pau Sans y Alberto Marí, en un tramo final donde el Mirandés apretó sin éxito. El Zaragoza, con más corazón que juego, supo resistir y mantener la portería a cero.
Este triunfo no solo corta una racha negra en casa, sino que permite al equipo salir momentáneamente del descenso y afrontar con otra cara el siguiente compromiso. La Romareda volvió a rugir, y el Real Zaragoza, aunque con sufrimiento, volvió a ganar tras 70 días sin conocer la victoria. Ahora, toca refrendarlo en la siguiente final ante el Eibar. Porque en este tramo final, cada punto es oro y cada victoria, una vida.