El Real Zaragoza quiere blindarse de cara a un posible descenso y ante el panorama, que en el mejor de los casos le dejará un curso más en segunda división. Y para lograrlo ha acudido, una vez más, ante el Juzgado de lo Mercantil número dos de Zaragoza para tratar de que Su Señoría acepte una petición como mínimo peculiar.
El club ha presentado, argumentando los perjuicios que la pandemia ha ocasionado en sus ingresos, una petición de modificación del convenio de acreedores para que los pagos, que debían terminar en cuatro años se amplíen hasta el 2030 y que se suspendan si sobreviniera el descenso a Segunda B de la SAD.
Cuando se ascienda a primera, los pagos los pagos se recuperarán anualmente incrementando un 20% los abonos.
Es una información publicada por Media Aragón.