Si hay algo que dejo inverosímil a todo aficionado en el encuentro entre el Real Zaragoza y el Real Valladolid fue el VAR. Ávalos Barrera, llamado hasta dos veces, acudió al monitor y terminó invalidando dos acciones por fuera de juego cuando, en principio, el colegiado tiene que acudir para comprobar jugadas interpretables y no objetivas.
La primera, un posible penalti de Alejandro Francés sobre el delantero del conjunto pucelano que tras ser revisado no era señalado por fuera de juego previo. Además, se terminaron añadiendo 9 minutos a la primera parte fruto de la pérdida de tiempo que se llevó a cabo dadá la lentitud en la revisión.
No obstante, esto no acabó aquí, ya que en la segunda parte, de nuevo, a través del VAR, se anularía un tanto a Maikel Mesa cuando parecía que el segundo iba a subir al marcador y, otra vez, la razón era un fuera de juego por el que volvió a llamar a Ávalos Barrera. Una circunstancia que no impidió que el Real Zaragoza ganase pero que, sin duda, ralentizó el juego e hizo que se perdiese mucho tiempo de juego que tuvo que se recuperado mediante descuentos interminables.