La Puebla de Alfindén acogió el domingo 8 de septiembre el primer trofeo de tiro de barra en homenaje a Pedro Colás, quien lleva 30 años enseñando altruistamente a niños y jóvenes lanzadores.
Al acto acudió Pascual Banzo (campeón de barra y ‘recordman’ de lanzamiento de disco en Aragón), o Félix Serrano, Javier Lario y Francisco Ortega, deportistas que lanzaron en el pasado el artefacto de 7,257 kilos de acero por encima de los 18 metros, o incluso Antonio Morón, que con 19,40 metros continúa siendo ‘recordman’ de esta disciplina. La presencia de estas figuras deja patente la importancia de Pedro Colás en la historia del deporte tradicional aragonés y en la que hoy, pese a la adversidad de su salud, sigue siendo su mayor pasión que continúa desarrollando como director técnico en el club Barraires.
En el plano deportivo, destacó el alumno más aventajado de Colás, el alfindeño Gabriel Pardos, que pese a no lograr los ansiados 18 metros del “Olimpo de los tiradores” quedó campeón con una más que respetable marca de 17,41 metros, distanciándose holgadamente respecto de su inmediato competidor y colega de club, José Armando Gómez que llegado de Madrid logró 14,81 metros. Como curiosidad pudimos ver algo muy característico de este deporte aragonés, que es mantener a perpetuidad, salvo retirada, la categoría de honor o de primera, condición que Miguel Romero de 62 años de edad y del club Casetas tuvo que defender con elegante maestría frente a los 22 de Pardos.
La categoría femenina se batió casi en duelo entre Vanesa Gil Resano del club María de Huerva y Rebeca Aguarón del club Calatorao obteniendo primer y segundo puesto respectivamente con unas marcas de 12,32 y 12,25 metros. La segunda categoría masculina fue claramente dominada por Jesús García del club Utebo con un mejor lanzamiento de 14,33 metros. Las categorías juveniles y escolares quedaron representadas por Celeste Castroviejo, Nora Martinez, Rihana Bocanegra, Eric Aguinaga, David Rodrigo, Carlos Plumed y el alfindeño Daniel Peña que logró la mejor marca con 11,53 metros con la barra de 4 kilos.
El homenaje y la competición deportiva fue iniciativa de la familia Pardos, integrantes del Club Barraires, para agradecer la labor desarrollada por Pedro Colás con éstos pero haciéndolo extensivo también a todos aquellos que han estado bajo sus indicaciones y consejos, dejando patente en palabras de Colás que son los niños el futuro de la barra y por los que hay que luchar para que continúa viva la tradición. Cabe destacar la inmediata adhesión del ayuntamiento de La Puebla con el evento, volcándose de pleno y con presencia institucional encabezada por su alcaldesa Pilar Villanueva, la concejala de deportes Lourdes López y el concejal de servicios Samuel Lozano. Mostraron interés al plantearles la creación de un campo permanente de tiro de barra aragonesa en las inmediaciones de la ermita.
Como colofón la asociación cultural As Pulgaretas interpretaron un par de jotas, una de ellas creada ex profeso para la ocasión con Alejandra Varona a la voz y su padre Miguel a la guitarra. Mostraron extraordinaria sensibilidad, poniéndonos los pelos como escarpias, a los presentes, la copla decía así:
Con fuerza, pasión y garra.
Como nunca tú verás.
Su vida al tiro de barra
Ese es Don Pedro Colás.