El entrenador del Real Zaragoza, Gabi Fernández, compareció ante los medios tras la dolorosa derrota frente al Levante. Reconoció que el equipo dio demasiadas facilidades defensivas y que no supo plasmar sobre el campo la importancia del encuentro. Se mostró autocrítico, asumiendo la responsabilidad como técnico por no haber transmitido bien el valor del partido a sus jugadores.
Gabi insistió en la necesidad de que cada jugador haga autocrítica, recalcando que es momento de asumir responsabilidades individuales y colectivas. A pesar del mal resultado, valoró la capacidad ofensiva del equipo, que generó ocasiones y marcó dos goles, aunque sin lograr equilibrar los errores atrás.
De cara al futuro, dejó claro que no es momento de reproches, sino de empezar a trabajar de inmediato para la próxima final contra el Huesca. Defendió que las situaciones difíciles pueden ser el germen de algo grande y reafirmó su confianza en que el grupo puede crecer desde la adversidad.