.- La Guardia Civil de Teruel, en el marco de la denominada Operación BRONIE, ha intervenido un importante depósito ilegal de armas y municiones. Los agentes han detenido a una persona como presunta autora de un delito de tenencia ilícita de armas, al carecer de las licencias y autorizaciones necesarias.
Las investigaciones se iniciaron a finales del pasado mes de marzo,cuando guardias civiles del Grupo de Información de la Comandancia de Teruel tuvieron conocimiento de que una persona, residente en la capital, podría tener armas de fuego en su domicilio, careciendo de licencias o autorizaciones necesarias para su tenencia y uso.
Ante el potencial peligro que supone la existencia de armas de fuego no inscritas en registros oficiales, de procedencia ilícita o desconocida y sin posibilidad de trazabilidad ni siquiera en caso de su eventual utilización en hechos delictivos graves o violentos, se optó por establecer importantes dispositivos operativos con la finalidad de obtener indicios que confirmaran las primeras noticias de la tenencia ilícita de armas.
Tras más de dos meses de arduas labores de investigación, los agentes reunieron indicios suficientes para concluir que la persona investigada, no sólo era una gran aficionada a las armas, sino también al coleccionismo de vestigios, armas y municiones de la pasada Guerra Civil y de que para su búsqueda utilizaba un detector de metales pese a carecer de la autorización requerida por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.
REGISTROS
El día 1 de junio guardias civiles del Grupo de Información, con el apoyo de perros detectores de armas de la Unidad Cinológica Central de Madrid, realizaron tres entradas y registros en Teruel, en una vivienda, un taller/almacén y un garaje, en los que se incautaron: 9 armas largas, 3 armas cortas (destacando varias de ellas con sistema de disparo Lefaucheux del siglo XIX), un cañón de alarma o cañón trampa también de siglo XIX, una pistola de calibre 9 mm combinada con un puñal retráctil, un revolver del año 1858 y dos trabucos, uno de ellos modificado para lanzar bengalas marinas,una pistola lanza bengalas del año 1961, una pistola semiautomática marca FN, del calibre 7,65 mm, dos armas detonadoras (HK y revólver), un fusil y una carabina de aire comprimido.
También se intervinieron armas blancas como bayonetas militares, cuchillos y navajas. Entre estas últimas destacan, por su especial peligrosidad, una navaja alemana de hoja retráctil y un peligroso cuchillo balístico equipado con una hoja desmontable, que puede ser lanzada como un proyectil por medio de un mecanismo accionado por un muelle, armas consideradas prohibidas por el Reglamento de Armas.
Otros efectos intervenidos fueron un kit completo de recarga de cartuchería metálica, actividad para la que la persona detenida carecía de la autorización necesaria, y un detector de metales que utilizaba para la actividad de búsqueda y localización de vestigios arqueológicos.