El jugador del Real Zaragoza Miguel Linares se muestra convencido de que «cuando volvamos, vamos a seguir igual». «Es una pena por el momento de forma en que estábamos, y necesitaremos una readaptación tras este parón, pero tenemos que pensar en que va a acabar y estar mentalizados en llegar lo mejor posible para apretar al máximo en esas once jornadas», explica el delantero de Fuentes de Ebro, que cree que «sería muy bonito» poder jugar el tramo final del campeonato con afición en La Romareda.
El atacante blanquillo reconoce que «ya casi estamos acostumbrados a la situación, aunque con muchas ganas de que todo vuelva a la normalidad poco a poco». «Creíamos que lo llevaríamos peor, nadie lo había vivido nunca, no sabíamos cómo reaccionar y el agobio inicial es inevitable, pero te marcas una rutina y los días, quieras que no, van pasando», añade Linares.
«Todos estamos poniendo de nuestra parte y para nosotros es fácil, pero pienso en la gente que está combatiendo en primera línea y son ellos los que están sacando esta situación adelante, tenemos que estar muy agradecidos», afirma Linares, que está viviendo esa situación en carne propia, ya que su mujer trabaja como enfermera.
El zaragocista, por último, admite que «emociona mucho» ver las muestras de zaragocismo que están surgiendo en esta situación, como las iniciativas para cantar el himno en los balcones, por ejemplo. «Ojalá pronto nos podamos ver en La Romareda y pelear por ese sueño que todos tenemos», finaliza.