El técnico del Real Zaragoza, Miguel Ángel Ramírez, compareció en rueda de prensa tras la derrota por 0-1 ante el Burgos CF en La Romareda, un partido marcado por el homenaje a Cristian Álvarez y por la falta de efectividad del equipo aragonés. Ramírez analizó el encuentro, las decisiones arbitrales y la situación del equipo, dejando claro que la clave es seguir trabajando para encontrar soluciones.
Una expulsión que marcó el partido
Ramírez no dudó en calificar de «rigurosa» la tarjeta roja mostrada a Dani Gómez en el minuto 55, un hecho que condicionó al equipo en la segunda mitad. «Incluso con 10 jugadores estábamos defendiendo bien, no nos estaban generando peligro. Pero en el balón parado nos faltó una pieza y ahí nos marcaron el gol», señaló el técnico, reconociendo el mérito del rival en la ejecución del tanto de Iñigo Córdoba.
Evitar distracciones con la clasificación
Ante la pregunta sobre si el equipo debe empezar a preocuparse por el descenso, Ramírez fue claro: «No es momento de estar sumando puntos o mirando la tabla, sino de enfocarnos en competir mejor. Si hacemos bien las cosas, la clasificación se encargará de colocarnos donde merecemos».
Rotaciones y cambios tácticos
El entrenador explicó los motivos detrás de los cambios en el once titular, afirmando que algunos jugadores, como Keidi Bare y Samed Bazdar, no habían completado la semana de entrenamientos debido a molestias. También defendió la inclusión de Joan Femenías en la portería en lugar de Poussin, subrayando la necesidad de generar competencia interna en todas las posiciones.
Un mensaje a la afición
Ramírez reconoció el mal momento del equipo y el hartazgo de la afición, pero pidió su apoyo: «No podemos pedir más a la gente. Siguen viniendo, siguen creyendo. Sabemos que llevan muchos años sufriendo y nuestro trabajo es ofrecerles una mejor imagen. Vamos a poner toda nuestra energía para dar la vuelta a esta situación».
Compromiso con el proyecto
Lejos de mostrar dudas sobre su continuidad, Ramírez se mostró convencido de que el equipo puede mejorar. «Antes de venir ya sabía dónde me metía. Veo capacidad en la plantilla y en el club. Se están dando pasos en la dirección correcta. No sé cuándo llegarán los frutos, pero creo que van a llegar».
El Real Zaragoza afronta una semana clave de trabajo antes de visitar al Granada, en un duelo en el que la necesidad de puntuar es más urgente que nunca.