“Dentro de esta nueva normalidad hemos sabido adaptarnos. Sobre todo al inicio, con sesiones reducidas y con los jugadores después de dos meses sin tocar el campo. La adaptación ha sido muy buena, vamos a llegar en un buen momento, dentro de las dificultades y el desconocimiento de cómo va a ser la competición”, valoró Míchel, técnico de la SD Huesca, las semanas de entrenamientos desde que su plantilla volviera al césped. “Estamos muy contentos con el trabajo diario, con cómo se han adaptado”, añadió.
Aunque admitió que algo más de tiempo sería bueno ante el gran reto que espera a los azulgranas, reiteró que el equipo está en “buenas condiciones” para competir en las once finales que esperan al equipo cuando se retome la competición, subrayando el gran trabajo individual de los jugadores durante el confinamiento.
“La motivación es muy alta y tenemos que elevar el nivel de exigencia, porque jugar sin público te puede llevar a fallar en la concentración. Van a ser condiciones especiales, y la capacidad de atención en el juego tiene que ser muy fuerte”, opinó sobre el escenario que espera y en el que las posibles lesiones son la mayor preocupación. “Más que el tema de los cinco cambios, que a nivel físico lo pueden agradecer. La diferencia va con el poco tiempo de recuperación que va a existir entre jornadas. Una plantilla competitiva siempre va a salir beneficiada y nosotros consideramos que tenemos una gran plantilla”.